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cias o sin tendencias, con olas, mareas o sunamis, al final Revilla, alzado en sus albarcas, no ha conseguido dejar atrás a la Buruaga, que, sin mover un dedo, tan solo ha dejado que el expresidente de Cantabria se diera el batacazo cargado de sobaos, ... anchoas, pizarras y otras gaitas para 'El Hormiguero', lo que no la resta mérito, pues si algo hay que tener en política, además de honestidad, vocación de servicio, valores morales y visión de futuro, es astucia, y saber cuándo basta con callarse para que el oponente se enzarce con sus propias palabras.

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eldiariomontanes Adiós, Revilla, adiós