La banca siempre gana

Es evidente que no va tan bien para todos, por mucho que algunos de esos expertos afirmen que la desigualdad ha disminuido. No es cuestión de percepción personal, sino de datos. Ahí van algunos. El número de perceptores del ingreso mínimo vital a 31 de diciembre de 2024 era en España de 673.729 hogares, en los cuales vivían 2.047.755 personas. Es un 26% más que el año anterior. La riqueza de los españoles más ricos se estima que se incrementó por encima del 20% el pasado año. Es decir, el número de los más pobres se incrementó en un porcentaje ligeramente superior a lo que creció la riqueza de los más ricos. Supongo que ahí está la igualdad… en los porcentajes.

Ciñéndonos a Cantabria, el mes de enero empezaba con 5.183 hogares perceptores de ese ingreso mínimo, 13.832 ciudadanos. Pues bien, en diciembre de ese año que tan bien ha ido la economía, pasaron a 6.507 los hogares perceptores, y a 17.533 los beneficiarios. Un incremento del 26%, el mismo que a nivel nacional. Estos datos están en el portal de la Seguridad Social.

Es evidente que la realidad es que, lejos de progresar hacia la igualdad, los fríos números revelan que caminamos hacia una desigualdad manifiesta, con ricos más ricos, pobres más numerosos, y la clase media asfixiada, en peligro de extinción. Pero España va muy bien.