Lobos y política

Es correcto que las decisiones políticas se basen en datos científicos, pero con una mirada a la hemeroteca, y a los datos aportados por el Gobierno de Cantabria, la señora Rodríguez podría hacerse una idea del sufrimiento del sector primario: hay en Cantabria 23 manadas de lobos, más de 200 ejemplares, que provocan unos 2.500 ataques al año, y la pérdida de más de 3.000 animales. Pero lo peor es que los ataques no se producen ya en el monte, sino incluso en núcleos rurales, como ha sucedido recientemente en pleno centro del pueblo de Saja, o en Paracuelles, muy cerca de un centro escolar. ¿Cuándo van a llegar los informes científicos? ¿Habrá que esperar a que se produzca una desgracia humana para después lamentarlo y por fin adoptar medidas? La burocracia y la política se mueven a un ritmo muy diferente del de la vida cotidiana en nuestros pueblos.

Si los grupos que apoyaron en el Senado la propuesta de sacar al lobo del Lespre –PP, PNV, Vox, Junts y UPN– mantienen su postura en el Congreso de los Diputados, los ganaderos habrán logrado su objetivo. Se apruebe o no, sugiero que en lugar de sacrificar un número determinado de lobos, sean capturados y reintroducidos en aquellas comunidades que, careciendo de ellos, votaron a favor de su máxima protección. Así podrían disfrutar de una mayor biodiversidad, incrementada con una especie que tanto estiman.