Paganos del despilfarro

La compra de los votos del independentismo catalán en la investidura de Pedro Sánchez, a cambio de aliviar su deuda en 15.000 millones de euros, generó la indignación del resto de las comunidades. La condonación de parte del pasivo de todas ellas fue la respuesta para tratar de acallar la bronca. Un farragoso sistema ha establecido la cantidad perdonada a cada región. Finalmente, han sido 17.104 millones los condonados a Cataluña. Una propina de más de 2.000 millones con respecto a lo acordado en su día. Han salido muy bien paradas en el reparto Andalucía, donde la propia ministra lidera el PSOE, y Castilla-La Mancha, en la que gobierna el más crítico de los barones socialistas. Por habitante, Cataluña toca a 2.132 euros, Andalucía 2.178, Castilla-La Mancha, 2.345… y Cantabria 1.369, la segunda con menor cuantía, solo por detrás de Madrid.

A mayor deuda, superior reducción, premiando así a quienes más alegremente han gastado. Cataluña ha visto reducido su pasivo en un 22 %. Una comunidad que, según datos del Ministerio de Hacienda, mantiene 368 empresas públicas, consorcios, agencias y fundaciones, y en los dos últimos años ha incrementado en 10.180 millones el gasto de esos chiringuitos nacionalistas. Fedea considera que se otorga a Cataluña un 87 % más de condonación de lo que le correspondería con un criterio lógico. Para qué independizarse si se puede vivir mucho mejor explotando la debilidad de Sánchez y a costa del resto de España.