Todo sube, pero mucho

En Cantabria la evolución del IPC de lo que va de año se sitúa en el 2%, con ocho comunidades por debajo y seis con un índice superior. Los últimos datos nacionales, conocidos anteayer, sitúan el indicador adelantado del IPC de agosto en el 2,2%, seis décimas por debajo del de julio, lo cual viene a indicar que la inflación se modera, pero el bolsillo del ciudadano ha sufrido los incrementos salvajes de los últimos años, y no lo percibe.

Aunque nadie mejor que usted lo sabe, porque lo padece cada vez que llega a la caja del súper, le diré que el aceite de oliva –tan imprescindible en una alimentación sana– es líder con un incremento en su precio en los últimos cuatro años del ¡173%! nada menos. El azúcar ha subido más de un 60%, los zumos de frutas un 57%, las patatas un 53% y la leche y los huevos por encima del 43%.

Las tímidas medidas adoptadas por el Gobierno, reduciendo el IVA de algunos productos esenciales, no han servido para nada, porque el continuo encarecimiento se ha 'comido' la pretendida reducción en el coste para el consumidor. ¿Quién es el malo de esta película de terror? Las grandes cadenas de distribución. ¿Y qué se puede hacer? Organizaciones como Justicia Alimentaria proponen un control de precios de la cadena alimentaria y sancionar en casos de abusos en los precios de alimentos básicos, o crear infraestructuras de distribución alimentaria con apoyo público. Actuar es imprescindible.