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Uno. En los meses de julio y agosto, en toda España, miles de niños y jóvenes se van de campamento. Y la experiencia es magnífica; por eso se repite y crece el número de participantes.
¿Para qué sirven los campamentos? En términos generales, se ... trata de educar en el tiempo libre. Los analistas sitúan a los campamentos en el ámbito de la 'educación no formal' y de la 'pedagogía del ocio' (J. A. Caride destaca la necesidad de que, en el tiempo libre, se desarrollen «nuevos aprendizajes» y que se favorezca la participación social y la convivencia).
La lógica de la mayoría de los campamentos es común: se agrupa a niños y a jóvenes; los participantes se alejan del refugio-tutela de la familia durante dos o tres semanas; se desprenden de las comodidades-adicciones de la vida diaria; conocen el medio natural, y en el monte realizan actividades al aire libre; realizan actividades en grupo y, con un cierto margen de autonomía, asumen responsabilidades individuales y grupales. En definitiva: se integran en un grupo con normas, roles y estatus. Se adaptan a un entorno social y natural diferente. Desarrollan actividades distintas a las cotidianas, y se enfrentan a nuevas experiencias y retos. Desde otra perspectiva, hay quien, de forma crítica, señala que los campamentos también sirven para que los padres se liberen durante dos semanas de sus hijos; pues sí, también es verdad (se ha subrayado que, en ocasiones, la escuela cumple, entre otras, la función de 'aparcamiento de menores').
La diversidad de los campamentos es muy importante. Aquí me refiero a los de verano y de naturaleza, pero también les hay que se desarrollan en el ámbito urbano y durante el curso escolar. Algunos, además de realizar actividades recreativas, se centran en el aprendizaje de un idioma. Hay campamentos organizados por ayuntamientos, por parroquias, por colegios, por asociaciones de vecinos, por empresas o por entidades como la ONCE. Lógicamente, cada uno de ellos, responde a unos intereses y a una 'filosofía'; por tanto, sus objetivos, actividades y funcionamiento es diverso.
Dos. En la historia de los campamentos para jóvenes, algunos se remontan al sistema educativo de Esparta (la agogé). Hay quien señala que la formación de las juventudes hitlerianas se inspiró y tiene elementos en común con esa formación de los espartanos. Entre las características de su sistema pedagógico se encuentran: agrupamiento de los adolescentes y jóvenes; desarrollo de un fuerte sentido del 'nosotros'; fidelidad al grupo; uniformes; estructura jerárquica; campamentos al aire libre; amor a la naturaleza; actividades físicas para fortalecer el cuerpo; disciplina; formación ideológica. En España hay que mencionar al Frente de Juventudes (1940); en 1960 se transforma en la Organización Juvenil española (OJE) y años más tarde, en 1977, se convierte en una asociación independiente y se declara apartidista y aconfesional. En los países comunistas, desde principios del XX, se encuentran organizaciones juveniles que utilizan los campamentos y la educación en el tiempo libre para socializar a los adolescentes. El Movimiento Scout fue creado a principios del siglo XX por el militar británico Robert Baden-Powell; desde entonces en sus actividades han participado millones de jóvenes de todo el mundo. En sus textos originarios se hace referencia a: la educación del carácter, al servicio al prójimo, a los deberes cívicos, al ejercicio físico, al contacto con la naturaleza.
Tres. Yo fui un boy scout, y quiero pensar que algo me queda de sus principios. Sí tengo claro que lo que aprendí de esa experiencia me ha influido. Un buen día mi madre pensó que sería bueno que me integrase en un grupo de niños y que hiciese actividades en la naturaleza. Habló con un amigo de la familia, Miguel Alonso ('Miguelito' para todos, una persona extraordinaria), un joven que dirigía un grupo scout, y a las pocas semanas yo estaba durmiendo en una tienda de campaña, con árboles alrededor, junto a un río, y a varios kilómetros de un pueblo del norte de Burgos. Dormíamos en el suelo metidos en un saco de montaña, nos lavábamos en el río y con una mochila subíamos al monte. La aventura era magnífica. Permanecí con los scouts varios años. Desde entonces, cuando alguien me pregunta, recomiendo los scouts para cualquier niño y joven (sí, también para las chicas).
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