La sociedad civil

Entre 1835 y 1840 Alexis de Tocqueville publicó una obra que se ha convertido en un hito del pensamiento político: 'La democracia en América'. En este texto destaca la cantidad y variedad de asociaciones que observa en los Estados Unidos, y señala que estas asociaciones son fundamentales para frenar el individualismo y el despotismo. Por su parte, Max Weber señaló que el hombre moderno es un «hombre de club».

Entre otros, Tomás Alberich ha explicado que la complejidad de la democracia moderna no puede entenderse con la perspectiva bipolar formada por el Estado (los tres poderes) y el mercado (las organizaciones económicas). Junto a estos dos ámbitos se encuentra el 'Tercer Sector', también denominado 'Sociedad civil': organizaciones no lucrativas como los movimientos sociales, asociaciones, grupos de voluntariado, cooperativas…

Permítanme hacer una mínima referencia a algunos ejemplos de la diversidad de actuaciones de esta sociedad civil.

La labor del Banco de Alimentos es fundamental para que miles de personas puedan comer y para paliar sus carencias económicas. La Cocina Económica, promovida por las Hijas de la Caridad, acoge a personas sin hogar, proporciona alimento, y servicio de higiene, y orientación para el empleo, y posee una empresa de inserción, y dispone de una residencia. La tarea Cáritas contra la pobreza es impagable. La fundación Síndrome de Down, entre otras, desarrolla actuaciones para que las personas con este síndrome se integren en la sociedad. El Centro Hospitalario Padre Menni, con profesionales y voluntarios, atiende a personas con trastornos mentales, enfermedades geriátricas y psicogeriátricas.

En Cantabria, varios colegios profesionales llevan a cabo una extraordinaria labor. El Colegio de Economistas no solo se ocupa de los intereses de sus miembros, sino que, además, analiza y orienta sobre el desarrollo económico de la región, señala los problemas económicos ambientales, proporciona formación económica a diversos colectivos, y realiza actividades sociales y culturales. Por su parte, el Colegio de Arquitectos desarrolla una tarea relevante en el análisis, enseñanza y divulgación de los diversos aspectos relacionados con la construcción y mantenimiento de los edificios, se ocupa de la ordenación del territorio, del paisaje, y del patrimonio cultural; su aportación en los ámbitos de la cultura tiene mucho mérito.

Muchos centros educativos van más allá de formar a los estudiantes según los planes que marca la normativa. Así, dos pequeños colegios realizan una labor social extraordinaria: el colegio San Roque-Los Pinares y el colegio Miguel Bravo. Ambos merecen un aplauso por las actuaciones que realizan para integrar-apoyar a estudiantes de diverso origen cultural y situación socioeconómicas. Y he podido comprobar que la mayoría de los centros públicos y privados de la región, en paralelo y de forma complementaria a los programas oficiales, desarrollan actividades relacionadas con el cuidado del medio ambiente y la ayuda humanitaria. Y, sí las universidades también realizan grandes aportaciones.

En la protección del patrimonio cultural la actuación del Grupo Alceda es fundamental y debe ser reconocida. Nunca debería dejar de citarse a asociaciones como ARCA que se preocupan por el medio ambiente. Y sería injusto no citar a los sindicatos, a muchas asociaciones juveniles, de mujeres, de mayores, a clubes deportivos, a asociaciones de vecinos, a tertulias culturales.