Somos 102

Me refiero al número de ayuntamientos en Cantabria. ¿Demasiados, muchos, pocos…? Sobre todo lo que cuenta es la frialdad de los números, y aquí no podemos quejarnos porque de ese total de municipios solo son 28 los que tienen menos de 500 habitantes. A nivel ... nacional, de los 8.114 ayuntamientos, un 49,1 por ciento —casi la mitad— no alcanza esa cifra. Entre la disminución de la natalidad y de modo especial el despoblamiento rural, muy acusado en la España interior, las causas que concurren son muchas. Con la reconversión industrial de eso sabemos bastante en la comarca del Besaya. Seguimos estando en ese grupo de municipios entre los diez y cien mil habitantes, preocupados por mantenernos en los 50.000 y poder así establecer la ansiada Zona de Bajas Emisiones. Esto es algo más que una ironía; para algunos supone una verdadera tragedia, más que si la Gimnástica descendiera a la Segunda Regional. El año 1833 tuvo España la última gran reforma de la Administración. Hoy no es posible pretender que todos los ciudadanos puedan beneficiarse de unos servicios de atención cercanos y eficaces, sin una profunda y estudiada reforma administrativa. Pocos recordarán la obligatoriedad de residencia impuesta a los servidores públicos, desde el alcalde y funcionarios municipales, personal docente, sanitario, jurídico, el párroco y hasta el sacristán. Se decía que los únicos liberados eran los registradores de la propiedad. ¿Quién piensa hoy de esta manera? Es que el 600 y la mejora de comunicaciones produjeron un vuelco total. En las 15 regiones que estableció la II República, mantenidas por los gobiernos de Franco, muy pocos ayuntamientos cambiaron. Muy acertado el nuevo presidente de la Federación de Municipios de Cantabria al reconocer la necesidad de fusionar ayuntamientos y ampliar áreas metropolitanas. Por el contrario, sorprende el rechazo a la propuesta con la voz de algún autoiluminado progresista. ¿Acaso es progreso mantener una Administración del siglo XIX en el siglo XXI?