Mi cita con Benito Madariaga

Aesta cita no podía faltar. Hace cinco años, el día 10 de este mes, tributábamos el último adiós al doctor en Veterinaria don Benito Madariaga de la Campa. No sería el definitivo. Unos meses antes, en febrero, había tenido una de las mayores satisfacciones de ... su vida al recibir la Estela de Oro en el Parlamento el Día de las Letras Cántabras. Conmocionado y emotivo, con alegría contenida, y, a la vez, con profunda sencillez, recogía la máxima distinción que otorga nuestra Sociedad de Escritores de Cantabria: «Estoy emocionado porque yo estaba convencido de que estos homenajes solo se hacían a los muertos, no a los vivos». Así era nuestro amigo Benito: sencillo y claro. Madariaga hoy ya es historia por haber sido Cronista Oficial de Santander. El año 1981, en un Pleno ordinario, la Corporación presidida por Hormaechea lo había aprobado por unanimidad. Pero a Benito nada le fue ajeno. La proyección de su vida y su obra ha traspasado los límites de nuestras fronteras. Con el mismo entusiasmo participaba en los actos de las academias a las que pertenecía –Veterinaria, Medicina e Historia– que en la Universidad Menéndez y Pelayo, Unate, o en cualquier centro cultural de Cantabria. Sin reparo alguno dialogaba con los grupos de Amas de Casa, y nunca escatimó su participación, frecuente y desinteresada, en las actividades culturales de la comarca. Todo un aprendizaje dialogar y hasta discutir con Madariaga. En vida, y con profusión, no le faltaron homenajes y glosarios. Este martes, día 10, como amigos, acompañaremos a Celia, su mujer, y sus hijos, en el acto programado por el Centro de Estudios Montañeses en el Ateneo de Santander. Con la incógnita de la Conciencia nos concitamos en una de tus últimas páginas. Todo un honor. Ciencias, Letras, y mucho más: amistad y entrega generosa. Enciclopédico Benito: todo un lujo para Cantabria.