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Palabras en el olvido

Arrejaciados

Desear con avaricia, o por qué los ansiolíticos se encuentran entre los medicamentos más consumidos en nuestra sociedad

Domingo, 14 de enero 2024, 07:35

El «arrejaciar» montañés era «desear con avaricia», de donde el «arrejaciado» viene a ser un «ansioso». Una razón para recuperar esta familia verbal es que los ansiolíticos se hallan entre los medicamentos más consumidos en nuestra sociedad, junto con los antidepresivos. Se calcula que unos ... 5 millones de españoles toman ansiolíticos a diario, lo que apunta en Cantabria a unos 50.000. Prácticamente uno de cada diez montañeses anda, pues, arrejaciado lo bastante como para que su médico le recomiende un poco de serenidad química. Pero estas palabras están hoy dormidas por el ansia de modernidad idiomática de las tres últimas generaciones de cántabros. «Arrejaciar» guarda parentesco de sonido y sentido con acciones montañesistas propias de arrejaciados: fijar mucho los ojos en alguien o algo («arreguilar»); hacer algo con brusquedad y sin parar en las consecuencias («hacer una cosa arremacejo»); ponerse a arañar algo («arrescuñar»); o incluso, en ansiedad máxima, enseñar los dientes como un perro, esto es, «arremellar». El deseo es algo natural; la avaricia quizá también, no siendo más que un deseo de riquezas falto de control (decía Spinoza en su 'Ética' que es 'immoderata divitiarum Cupiditas, et Amor').

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