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La voz 'tasugo' consta en el DRAE: es el tejón europeo, en latín 'taxucus'. Por tanto, no sería montañesismo. Sin embargo, en la Academia ya no figura 'atasugarse', pero sí en el léxico de Adriano García-Lomas de 1922, así como un uso adjetival de ' ... tasugo' para el color ceniciento del ganado.
Sobre todo, ha sido uso local el metafórico, relacionado con el carácter percibido de este mustélido de hábitos nocturnos y sentido territorial intenso. 'Tasugo' tenía acepción de persona 'terca y de poco entendimiento'. Entonces, 'atasugarse' tenía que ser por derivación 'obstinarse, obcecarse', como en la novela 'Entremontes' (Santander, 1939) del escritor Francisco Cubría Sainz (1960-1968). Desde luego, no asignemos al tejón poca inteligencia: construye galerías subterráneas más largas que las de Gaza, y en sus cámaras reserva una como retrete; es juguetón, sociable e higiénico dentro de su grupo.
Nuevas derivaciones amanecen por el oriente del idioma: 'atasugamiento', situación social o política donde predomina colectivamente el espíritu terco y de 'persignaderu estrechu'; también circunstancia individual de cabezonería irreflexiva. Se atasuga uno tanto por no cambiar la posición previa, como por querer mudarla a toda costa. Como diría políticamente Ferrater Mora, ni solo 'sostenella' ni solo 'enmendalla', haya paz.
Por probable fama de tenaces, recibían la etiqueta de 'tasugos', según García-Lomas y en aquellos tiempos, los vecinos de algunos núcleos de Liébana y Soba. Hoy quedan solo unos pocos montañeses resistiendo heroicamente allá en lo alto, rodeados de noches silvestres y lobos en cena de empresa. También conozco municipio donde los de un barrio llaman «tasugos» a los de otro, y estos les devuelven como epíteto «jabalines».
El tasugo está en nuestro idioma medieval. Aparece hace siete siglos en el 'Libro del caballero y el escudero' de Don Juan Manuel (dice 'et tessugos, et furones, et gardunnas… et otras bestias sus semejantes').
En un artículo de Manuel Llano en El Pueblo Cántabro en 1923, se concluye una reprimenda rural así: «¡Sois unos tasugos sin miaja de ehtendimientu!» Pero, como hemos dicho, el tasugo zoológico es animal familiar, limpio, discreto, amante de la ordenación del territorio e ingeniero de minas, como García-Lomas.
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