Cabezas rodantes

Si se universaliza este cambio de 'rueda' para lavar la cara de dirigentes que se dispersan más que un estudiante con TikTok, por tal guillotina metafórica pasaría en esta tierra más gente que por la Plaza de la Concordia con Robespierre. Por ejemplo, por la insensata normativa educativa que está torturando a docentes y responsables de centros. Se dedican más horas a cumplimentar memeces burocráticas de lenguaje pretencioso, que a pensar en cómo enseñar mejor. El espíritu de la comunicación ha sido secuestrado por el Grupo Wagner del derecho administrativo. Los paganos de esas pérdidas de tiempo y empanadas lingüísticas serán los estudiantes. Si los docentes se repliegan a una pasividad irritada, solo conseguirán que les salgan eczemas, pero no una Cantabria más preparada.

¿Qué cabezas habrían de rodar por los lobos que devoran impunemente el ganado y nuestros impuestos? ¿Y por los siete años de no hacer nada en la Residencia? ¿Y por las mayores listas de espera sanitarias de la historia? ¿Y por la no financiación europea ni del MUPAC, ni de La Pasiega, ni de la protonterapia? ¿Tendremos que poner nosotros el dinero que iba a poner Bruselas? ¿Y porque no se vayan a terminar nunca el tren con Palencia ni la autovía Aguilar-Burgos? ¿Y por los veinte años sin parques de energías renovables? ¿Y por seguir con una I+D por debajo del 1% del PIB? Habría tantas cabezas, que Robespierre sentiría envidia… si no se la hubiesen cortado a él también. Es el peligro del jacobinismo: finalmente el verdugo viene a por el jacobino. Mejor que pedir cabezas, pidamos soluciones.