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Anadie sorprenderá que el gato Boris, a pesar de haber seguido con mucho interés toda la campaña electoral, se quedase amodorrado al prolongarse el recuento de votos. Así que decidí despertarlo solo con las conclusiones finales, para no privarle del merecido descanso.
En el plano ... municipal, el 28M ponía a prueba por un lado al PP en Santander y a las coaliciones PRC-PSOE en varios ayuntamientos grandes, con algunas peculiaridades locales que no encajaban en el patrón, como Ciudadanos en Astillero o coaliciones PRC-PP en Reinosa y Los Corrales. Pero en las corporaciones locales hay un principio eficaz que favorece, en ausencia de coalición superior, a la lista más votada. No es así en el Gobierno de Cantabria, que necesita de la confianza de una mayoría del Parlamento: al menos, que no haya más votos contra el gobierno que a favor de él. Eso hacía mágica la cifra de 18. No solo por establecer el umbral de la mayoría absoluta, que ningún partido pensaba alcanzar en solitario, sino porque determinaba quién tendría la posición dominante en la legislatura.
En efecto, con una suma PP-Vox de 18 o más, iban a ser los populares quienes tendrían la opción de gobierno solitario con apoyos, coalición con Vox o coalición con el PRC (con la izquierda no es verosímil, porque esto no es Alemania). En cambio, si esa suma por la derecha no se daba, automáticamente la posición de iniciativa pasaba al PRC: no para gobernar en solitario, pero sí para plantearse articular mayoría por su derecha o por su izquierda.
En las especulaciones previas al 28M, ambas posibilidades presentaban sus problemas. Para el PP, porque el pacto con Vox le podía generar dificultades de cara a las generales de diciembre y supondría una contribución municipal menos interesante que un acuerdo con el PRC. A su vez, un pacto con el PRC podía enojar a un sector menos propicio al regionalismo, y seguir engordando a Vox. Para el PRC la primera preferencia de pacto era seguir con el PSOE e incluso Podemos, si necesario. La lógica de 20 años y el hecho de que Pedro Sánchez resista en Moncloa hasta Navidades así invitaban a considerarlo. Sin embargo, en el plano municipal al PRC le podía ocurrir a menudo lo que ya en el pasado mandato sucedió en algunos ayuntamientos: que el pacto interesante fuese con los populares. Y si en diciembre Feijóo alcanza el Gobierno de España, la asociación del PRC con la izquierda perdía mucho sentido.
Ayer, los electores han elegido al Elector y con ello determinado los pactos más probables en el inicio de legislatura. Pero, al mismo tiempo, algunas cosas podrían replantearse de nuevo tras los resultados de las generales dentro de siete meses. Corresponderá al elector valorarlo.
Entonces, ya podía despertar a Boris.
–Gato, abre los ojos. ¡Acabó la competición!
–Mmmm… ¿A quién han elegido como elector? – preguntó.
–A Buruaga.
–Siempre cae de pie, Nin, me parece una sobresaliente cualidad. ¡Algo habéis aprendido de nosotros!
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