Positivismo y resistir

Si no he leído mal, el Mupac, que acaba de colocar cuatro vallas y hacer cuatro agujeros en Casimiro Sainz, ya tiene posibles sobrecostes desde el minuto uno. Dos legislaturas y tres consejeros estudiando la cosa, informe para arriba, informe para abajo, estudio de esto y lo otro, pero empieza la obra y, hala, hay que retocar el presupuesto de inmediato. (Recuerde que hemos desaconsejado que se rasque usted el occipital). Si ya era costosa la inversión, meter más dinero en la cuenta así de primeras dejará mal cuerpo al contribuyente.

Si tampoco he leído mal, nos hemos embarcado en aproximadamente cuarenta y pico millones de euros en La Pasiega sin que el Ministerio de la cosa (el Mitma de los célebres túneles XS) haya acreditado mediante sesudo informe oficial que es viable, y está dispuesto a realizar, un espacio ferroviario logístico intermodal. Esto se ha aplazado a agosto. ¿Y si el informe, no lo quieran los dioses olímpicos, resultare negativo? ¿A dónde iríamos con una obra tan grande 'desferroviada'? En fin, las manos quietas y resista usted la tentación.

Y ya para terminar, porque los lunes no solo la claridad es la cortesía de filósofo, sino que además la brevedad lo es del periodista, veo que se intenta hacernos muy felices porque, más de tres años después del cierre de Sniace, se hayan adjudicado unas fincas que, durante los próximos años, habrá que descontaminar (no se sabe cuánto llevará en tiempo y euros), tramitar ambiental y urbanísticamente, equipar con instalaciones industriales de nuevo cuño, etcétera. Como canta nuestro folk: «Es tanta la virulencia que lleva el ferrocarril, que se planta en hora y media de Molledo a Portolín». Permaneceremos atentos a los nuevos horarios de ferrocarriles industriales.

Espero que haya sabido aguantar estoicamente los efectos psicomotores de la actualidad política. No hay que dejarse llevar. Ante todo, positivismo.