50 aniversario del trasplante renal en Valdecilla
El 26 de febrero de 1975 se produjo la primera operación de este tipo; el paciente, que recibió el riñón de su hermana, aún vive a día de hoy
Julio G. Cotorruelo
Domingo, 23 de febrero 2025, 07:40
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Julio G. Cotorruelo
Domingo, 23 de febrero 2025, 07:40
El 26 de febrero de 1975, el Hospital Marqués de Valdecilla realizó su primer trasplante renal. El receptor fue un joven de 20 años, que ... recibió un riñón donado por su hermana y sigue viviendo hoy con el trasplante en funcionamiento. Un mes después, se realizó el primer trasplante con un órgano de un donante en muerte cerebral, beneficiando a un paciente cántabro de 32 años que vivió hasta los 82 años con el riñón funcionando. Desde entonces, Valdecilla ha llevado a cabo 2.345 trasplantes renales y actualmente 513 cántabros viven con un riñón trasplantado.
El trasplante renal en Valdecilla fue posible gracias al esfuerzo conjunto del hospital y de un grupo de profesionales pioneros. En 1975, el trasplante renal en España era poco frecuente, realizándose solo en algunos hospitales de Madrid, Barcelona y Navarra. Uno de los primeros retos fue la falta de regulación sobre la obtención de órganos de donantes en muerte cerebral. Aunque este diagnóstico era aceptado internacionalmente, en España no se legisló hasta 1979. Para sortear esta situación, se establecieron acuerdos con médicos forenses y jueces en Santander, permitiendo la extracción de órganos bajo ciertos protocolos. En aquel tiempo, la mayoría de los donantes eran judiciales, víctimas de accidentes de tráfico.
Desde el inicio se comprendió que los trasplantes solo eran posibles con la disponibilidad de donantes, lo que requirió sensibilizar tanto al hospital como a la población de Cantabria. Al principio, el concepto de muerte cerebral generaba dudas incluso en el ámbito hospitalario, pero con el tiempo la comunidad cántabra fue concienciándose, en gran parte por la confianza y reconocimiento hacia el hospital. Este esfuerzo convirtió a Cantabria en la comunidad con la tasa de donación más alta de España, casi el doble de la media nacional, lo que ha permitido que Valdecilla mantenga una alta actividad de trasplantes.
Otro desafío fue la inexistencia de una Organización Nacional de Trasplantes (ONT), que se creó en 1989. En los años setenta, los inmunosupresores eran poco eficaces y el sistema inmunológico es muy variable, por lo que en Europa surgieron organizaciones para el intercambio de órganos, aumentando las posibilidades de mayor compatibilidad entre donantes y receptores que disminuyeran los rechazos. En 1975, Valdecilla impulsó la creación de una organización regional de trasplantes en el norte de España. A través de la Sociedad Nefrológica del Norte, se establecieron acuerdos con País Vasco y Navarra para compartir órganos, crear una lista de espera única y unificar protocolos sobre la extracción, almacenamiento y transporte de riñones, así como los criterios de asignación de órganos.
En mayo de 1979, comenzó a funcionar la Organización Norte Trasplante, que coordinaba el intercambio de órganos en País Vasco, Navarra, La Rioja, Asturias, Cantabria y varias provincias de Castilla y León. Los hospitales trasplantadores eran la Clínica Universitaria de Navarra, la Ciudad Sanitaria de Cruces y el Hospital Nacional Valdecilla, mientras que otros hospitales sin programas de trasplante remitían sus pacientes a estos centros. La Secretaría de la organización, ubicada en Valdecilla, gestionaba la lista informatizada de espera y aplicaba los criterios de selección.
Gracias a esta estructura, la actividad creció, alcanzando 180 trasplantes en 1986, con 67 realizados en Valdecilla. Sin embargo, la Organización, que nació independientemente de la Administración, al contar con diferentes comunidades autónomas dentro de su zona de influencia sufre los avatares propios de los cambios administrativos y políticos que la modifican en su estructura organizativa.
En 1989, la creación de la ONT y la aparición de inmunosupresores más eficaces, como la ciclosporina, redujeron la necesidad del intercambio de órganos y el Norte Trasplante dejó de existir.
A nivel local, la estructura del trasplante renal en Valdecilla también cambió. Entre los años 1983 y 1988 la Residencia Covadonga de Oviedo asumió de manera progresiva con el apoyo de Valdecilla los trasplantes de Asturias. Posteriormente, Burgos y otras provincias de Castilla y León establecieron sus propios programas entre 1999 y 2000. Aunque esto afectó la actividad de Valdecilla, el hospital desarrolló estrategias para mantener su lista de espera y seguir siendo uno de los centros con mayor número de trasplantes en España.
En la actualidad, Valdecilla atiende únicamente a la población de Cantabria. La mayoría de los pacientes con insuficiencia renal crónica son trasplantados en tiempos de espera relativamente cortos, y algunos incluso reciben su riñón antes de necesitar diálisis. Además, el hospital sigue trasplantando a pacientes de otras comunidades en situaciones de alto riesgo, como testigos de Jehová, segundos o terceros trasplantes, combinaciones de órganos o pacientes hiperinmunizados.
El éxito del trasplante renal en Valdecilla fue posible gracias a la colaboración del hospital, el sistema judicial y la comunidad cántabra. Esta labor contribuyó a que el Hospital Marqués de Valdecilla fuera percibido como un centro de referencia nacional y así unos pocos años después este sentimiento quedó plasmado en los estatutos de autonomía de Cantabria. Actualmente, el programa de trasplantes sigue en manos de nuevas generaciones de profesionales que continúan con el legado de sus predecesores, asegurando que Valdecilla siga siendo un referente en el trasplante de órganos.
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Ana del Castillo
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