Años de espera que se dan por bien empleados

Este año además fue especial, muy especial, al hacerse coincidir con la inauguración del MAS (Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Santander y Cantabria), o mejor la reinauguración del MAS después de una larga travesía del desierto, incendio incluido y algún retraso inoportuno. Pero valió la pena la espera de esos siete años largos de readaptación del edificio de la calle Rubio, obra de Leonardo Rucabado de principios del S. XX (1917) que él tan poco disfrutó (murió en 1918).

Ahora esos años de espera se dan por bien empleados y aquel legado de 1912 de Marcelino Menéndez Pelayo a su hermano y a la mujer de éste, promovió lo que hoy tenemos: «A no ser que ellos quisieran cedérselo al Ayuntamiento ya a título gratuito, ya a título oneroso», decía su testamento como recordaba el útil cuaderno de notas que nos fue entregado a la entrada del acto. Así se agrandó el local y se pudo trasladar la valiosa biblioteca de D. Marcelino. El Rey Alfonso XIII puso la primera piedra haciendo historia ya en su fundación.

El acto de reinauguración fue sencillo y masificado, que podía ser un defecto. Pero nada detiene la ilusión de la gente y es justo dejar su disfrute. Fue todo como gustan estas cosas: edificio impecable, colección cuidada, todo preparado, restauración muy lograda y ambiente magnífico, pocas autoridades y ausencia de discursos. Perfecto. Y además sin vino español, que para eso están los bares y aunque se notaron algunas ausencias, la gente bullía por todos lados admirada.

La que más, la alcaldesa, que probablemente no contaba con ese entusiasmo, acompañada de la concejala de Cultura y del director del Museo. Los que tenían que estar. Mientras, la gente se mezclaba con fotografías, dibujos, grabados y vídeos de muchos de nuestros mejores maestros que allí estaban aguantando entre nosotros, María Blanchard, Iturrino, Quirós, Riancho, Cossío, por supuesto Uslé, entre otros. También los de fuera encabezados por Goya en la tercera planta con su magnífico retrato del rey felón Fernando VII. Es fácil imaginar: Centro Botín, MÁS, Mupac, Museo Faro Santander, Mncars-Archivo Lafuente con sus colecciones en un circuito inolvidable que no está lejano. Todo un lujo.