Plato de cuchara

Es que la oferta cultural que manejamos es ahora mismo envidiable también en otros ámbitos, estando a punto de completarse un gran anillo con el fin de las obras de Faro Santander, Mupac, Archivo Lafuente-Reina Sofía…

Pero lo del cine es sorprendente, con una oferta dentro y fuera de Santander que para sí quisieran regiones que nos doblan o triplican en población: Bahía de Santander, Yelmo Peñacastillo, Premium Bahía Real, Groucho reconvertidos, Los Ángeles, Filmoteca, La Vidriera, Doctor Velasco, Campóo 3D. Centro Cultural Torrelavega... ofreciendo de todo en la programación y descuentos especiales con gran esfuerzo empresarial. Y, además, nuestro Ateneo los lunes con ciclos interesantísimos, gratis total y la especial visión de la dupla Guillermo Balbona y Guillermo Martínez, 'los guillermos', expertos cinéfilos y conocedores del tema. El no va más.

Con el cine, se llena y disfruta tanto como con un plato de cuchara, nuestros guisos y cocidos que tampoco faltan en nuestra cultura, en este caso culinaria con la sofisticación de nuestras estrellas Michelin y la sencillez de otras ofertas. Afortunadamente han salido de las cocinas de carbón de nuestras abuelas que gastaban todo su esfuerzo en esa atención tan poco valorada antes, pero que ahora han situado nuestros guisos y cocidos fuera, en cualquier restaurante que se precie, sobre todo en nuestros pueblos donde el puchero se disfruta doblemente.

No todo iban a ser trenes que no entran en los túneles ni catenarias infectadas en tratamiento crónico o autopistas eternas o desaparecidas. Que se enteren que nosotros ya nos la hemos apañado de otra manera y cada vez más a gusto.

Entre las ofertas de cine de estos días, por cierto, se exhibe una película que recomendamos a pesar de su larguísimo metraje, 'The Brutalist', con papelón de Adrien Brody que sin duda será premiada esta temporada con trama y diálogos que a uno le hicieron olvidar otras cosas, siempre derivadas del desatino continuo de la política. Tal trama, trasladada aquí, sugeriría también una historia de largo metraje que podría titularse 'The Bestialist' y reflejara bien nuestra situación actual cuando gobierna España un delincuente fugado de la justicia. Los exteriores se rodarían obligatoriamente en Bélgica, en el llamado lugar de Waterlóo. Un brutal despropósito incluso en la ficción.

La verdad es que sería para no ir a verla.