Secciones
Servicios
Destacamos
Si vale mi consejo, hay que pasar un poco de las cosas banales, de las tonteriucas, de las chuminadas, dicho en plata. Sobre todo de las fácilmente evitables que además sabemos que no se puede luchar contra ellas, esas que uno se encuentra en cada ... esquina o en cada cadena de televisión. Por ejemplo: que enciende usted la tele y le cuentan minuciosamente el tiempo que hace conectando con Guadarrama, y hace frío, tráguenselo o apague, porque si cambia de canal encontrará la misma información del tiempo, y también del frío, pero en Somosierra o en El Cebreiro. Mejor apague.
Es como cuando conectan, se habla de comer, y aparece un comensal con «uuuum qué bueno está» con el pulgar hacia arriba zampando una croqueta, un buñuelo o una pasta artesana de santa Brígida. Si cambian de canal se encontrarán lo mismo pero con un osobuco o una pata de cordero, que es mucho más basto. Apague, que es la solución.
Hágalo también si aparece un tertuliano de Telecinco diciendo «se me han puesto los pelos como escarpias», mientras señala el brazo emocionado. No se preocupe porque en otra cadena encontrará lo mismo de las escarpias señalando el brazo y compungido. Apagar es la solución... y es buena.
Pero no sirve para todo, porque también existen las tonteriucas, las chuminadas 'inevitables', y ante ellas, por mucho que se luche, puede aparecer la frustración en cualquier momento, que ya son palabras mayores. Se pasa directamente de tonteriucas a 'chapuza', que es un estado ya irreversible porque nos coloca ante algo ya sucedido inevitablemente en el pasado inmediato; y no me estoy refiriendo a la chapuza de medir los pantanos en enero antes del deshielo y que reaparezcan los campanarios de antiguos pueblos todos los años. Se aguanta, se llenan y ya está, hasta el año que viene que se vacíen de nuevo.
Lo malo son las 'chapuzas de calado' que suponen lo peor que le puede suceder al ciudadano. Nos lo cuentan los que mandan 'a caballo pasado' mientras se busca un culpable, un ingenuo, siempre dependiente, colateral y distraído. Asunto resuelto: se le cesa y cuando lleguen las elecciones todo esto se habrá olvidado.
Pues ahora, en estos tiempos que corren no es tan así, todo ha cambiado, no se olvida todo tan fácilmente como algunos creen. Existen desastres que se recuerdan mucho tiempo a pesar de que pueda haber algún distraído encerrado en su trabajo o en la crianza de sus hijos. Pero la gente, los 'pa acá' a los que les queda mucho por vivir, están bien informados y muy pendientes, y el resto, los que están 'pa allá', esa generación que está en los puestos de salida, pasea por nuestras calles observándolo todo con una visión láser certera de la realidad, afinada por el oftalmólogo y la cirugía de cataratas. Ahora les dicen que están en la 'década prodigiosa' a los de 70 y 80, y antes a los de 60, pero ellos saben que esa década ya ha pasado y no están para bromas por mucho que les quieran vacunar y revacunar para luego no hacerles ni caso.
Yo les oigo, también a los de más de 80, y llaman a las cosas por su nombre: por ejemplo, la 'imbatible chapuza' de los trenes, los túneles y las medidas, que no se arregla con un par de ceses en Adif o en Renfe, exclaman alto y claro.
También una 'enorme chapuza' lo de la Residencia. Después de 15 años de mal uso y otros 15 de desuso resulta que ahora se ahorra dinero derribándola después de las mil ideas: que si centro administrativo, que si centro de investigación, que si hospital de crónicos, que si hotel para familiares de pacientes… mientras el edificio envejecía… y ahora quieren hacer un imaginativo y nuevo concurso de ideas… ¿de ideas?.
¿Y la Remonta?, ¿y los 20 años de proyectos, ¿y la prontoterapia y el Mupac que ahora parece que tenemos que pagarlos nosotros? Todo chapuzas, todo importante y amén. Con el tiempo se irá resolviendo y tras una temporada más o menos larga, más o menos dura, más o menos difícil, todo resuelto.
Pero lo peor son las chapuzas que devienen en 'desastres irreparables': la ley de 'solo sí es sí' es un ejemplo paradigmático, aquella que será el espejo donde se miren las leyes europeas que ha puesto en la calle a numerosos violadores y ha rebajado las condenas a más de 400 de ellos que acoquinan y humillan a las víctimas en su desesperación. No tiene parangón y requiere otro nombre: ni tonteriucas, ni chapuza, esto sí que es 'agresión sin consentimiento' que debiera de estar recogido en el Código Penal. Sí lo está en el código de honor, en el código político: «Dimisión de cajón o Cese de solución» y punto pelota.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.