Secciones
Servicios
Destacamos
Es siempre una falta grave en el fútbol el ir 'con los tacos por delante', una acción peligrosa al máximo y motivo de inmediata expulsión. ... Tarjeta roja y suspensión durante unos cuantos partidos es la sanción inevitable.
El mundo, curiosamente, lo tenemos organizado, en muchos aspectos, con las reglas del deporte rey. Sus códigos se meten continuamente en nuestras vidas de una forma u otra: entramos continuamente en el fuera de juego, hacemos jugadas de estrategia y ponemos defensa pétrea, regateamos los problemas, cometemos penaltis, usamos el contraataque, organizamos el centro, rematamos y somos duros, algunos incluso, como vimos, 'con los tacos por delante', y nos hacemos propietarios de una tarjeta roja por juego sucio.
Así, con ese juego rastrero se está comportando el presidente Trump durante estos últimos días. Y lo está haciendo especialmente contra Ucrania en plan matón, como si allí no hubieran sufrido ya bastante. Todo para abusar de ellos y hacer negocio en la situación de precariedad que una guerra concede gratuitamente: «Dichoso el árbol que es apenas sensitivo y más la piedra dura porque esa ya no siente, pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo, ni mayor pesadumbre que la vida consciente», dicho en preciosas palabras de Rubén Darío, el gran apóstol de nuestro idioma, uno de los hispanoamericanos que más amó a España y que explicó sin saberlo y con claridad lo que hoy probablemente está sintiendo el pobre presidente Zelenski, ese héroe vestido de gala para la guerra aunque no guste así, que ve cómo le quieren robar sus tierras raras abarrotadas de minerales valiosos y también las otras. Todo delante de sus ojos de mirada limpia, que son los mismos que también tienen que observar cómo se entierra a sus jóvenes soldados.
Pues ese otro personaje estrafalario, ahora presidente de los EE UU, vestido como de carnaval, de pelo tintado y corbata roja interminable, que también va de gala, pero de negocios, ahora resulta que estaba guardando toda la quina –¿inquina?– posible, contra Europa, la vieja Europa, que seguramente él siempre miró con ojos no tan limpios, plenos de envidia.
Lo que debe de haber sufrido durante esos cuatro años de ostracismo Biden. Ahora le ha dado por unirse a los que se creen todavía soviéticos, aquel imperialismo cutre, y piropea a Putin como si fuera de fiar… allá él.
Pero la realidad es que Europa ha reaccionado de su siesta inmediatamente y eso es bueno, aunque le falten los líderes de antaño, pero todo se andará. El caso es que esa organización burocratizada en su larga siesta, que se dejaba conducir por una especie de cebollino, perejil, albahaca y espinacas, es decir por una salsa verde ecologista y filocomunista, de pronto despierta y todos los demócrata-cristianos, liberales, conservadores en general y socialdemócratas, aunque fueran hasta ahora un poco de bolsillo, dejan de pronto esa Europa meliflua, blandita, almacén de burócratas y buenismo, y de pronto despierta y se pone a querer lograr la Europa política y militar disuasoria en unos días.
Quizá no lo logre tan fácil pero no está mal intentarlo. Será bueno en cualquier caso y esos 800.000 millones para reactivar la industria militar propia sin duda moverá la economía y un poco las conciencias.
Es muy de agradecer entonces que el Sr. Trump, de forma zafia, nos insultara y recordara malhumorado sus muertos de la Segunda Guerra Mundial, el Plan Marshall y su ayuda militar haciendo de hermano mayor, siendo el más joven, que todo era cierto, pero también lo era que con ese colchón OTAN pudo dormir tranquilo durante décadas.
Y además, ¿a quién compró principalmente su armamento, sus tanques o sus aviones la UE? Pues se les acabó el negocio en dos días y hasta Macron ofrece sus ojivas nucleares, que ya es decir, al resto de Europa.
¿Y España? Esa España nuestra. Pues ahí vamos, con comunistas en el Gobierno, poco cuentan con nosotros y poco nos cuentan desde Europa, mientras andamos buscando adjetivos: financiación 'singular', 'delegación' de competencias y no cesión... para permanecer y reunirse unos con otros dentro del Gobierno con opiniones y sensibilidades diversas y desde luego ideas enfrentadas en esa unión poco entendible de socialdemócratas, que eso quieren ser, y comunistas. Tendrán que ponerse de acuerdo aunque con alguna trampita semántica para explicarlo, pero claro, en eso sí que son especialistas. Ojalá encuentren el acuerdo, también con el PP por nuestro bien que esta vez a lo mejor Europa consigue esa unión político-militar tan deseada, además de la económica. Y le recordamos al Sr. Trump todos los logros de la vieja Europa en el pasado y que ahora vamos a reintentar gracias a su comportamiento hortera y despertador, que resultó ser digno de agradecer.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.