Secciones
Servicios
Destacamos
Libros renuevos llama Álvaro Pombo, nuestro flamante premio Cervantes, a aquellas obras que caen en sus manos por segunda vez. Una bonita manera de llamar al ejercicio disfrutón de la lectura que muchos practicamos.
Todo vuelve como un 'deja vu' de un tiempo renuevo de ... nuestras vidas y aquello que sucedió delante de nosotros, y pasó ante nuestros ojos como maleta por consigna, toma forma de nuevo y reaparece inmaculado como una segunda oportunidad. La vida, la ofrece otra vez como reparación de daños. Pero también reaparece lo malo, que es lo peor.
Valencia y sus inundaciones provocadas y repetidas son un ejemplo. Fueron provocadas por la mano del hombre, por políticos mediocres cuya desidia para emprender la obra pública cara y de poco relumbrón y ni siquiera limpiar el cauce de los ríos, favoreciendo las construcciones en su discurrir, fue el origen de la tragedia. Un despropósito que nada tiene que ver con el eufemismo de que 'el cambio climático mata', utilizado como un cajón de sastre, que trata de justificar lo injustificable mientras se eluden responsabilidades.
Las emergencias y las tragedias constituyen un comportamiento renuevo en muchas regiones del mundo incapaces de prevenirlas sin ser conscientes del riesgo hasta que reaparece el grito desesperado de las víctimas en el después, mientras, todo sigue igual.
¿Porqué los norteamericanos salen todos de sus casas abarrotando las autopistas ante la inminente llegada de un tifón y nosotros nos quedamos en ellas observando como lentamente va subiendo el agua sin que nadie nos alerte?, ¿todavía somos segunda división? Probablemente, pero mientras tanto ¿y si pedimos responsabilidades?. No se debe de esperar más veces ni más tiempo.
Es muy cierto que la justicia es lenta, pero la mente y la conciencia de las gentes no puede estar de brazos cruzados ante la evidencia. Somos desgraciadamente expertos y ya esperamos cuando teníamos a diario víctimas de los asesinos de ETA con el resultado conocido de ocultación de pruebas y exoneración y amnistía de los culpables gracias a los vergonzosos conchaveos de la política que además permite mirar para otro lado cuando se hacen homenajes humillantes ante las víctimas, por parte de esa chusma criada en los bares y algunas ikastolas del País Vasco, fabricantes de chulería y desfachatez desgraciadamente consentida.
Esto es distinto y se puede poner a trabajar ya a la justicia reparadora mientras por parte de las instituciones se ayuda a producir un emprendimiento renuevo para esas gentes que lo han perdido todo y merecen esa segunda oportunidad. Solo nos quedan los jueces. Si no lo conseguimos con nuestra ayuda generosa y hombro con hombro como pidió nuestro Rey desde la zona cero de la tragedia, sí que debiéramos admitir la derrota y cerrar la puerta ante esa presión nacionalista enloquecida que pretende rompernos.
Sería, eso sí, darles la razón y reconocer nuestro fracaso tras más de 500 años de esfuerzo y no parece una actitud muy honrosa en el estado de bienestar que con tanta ilusión nos hemos dado. ¿Estado de bienestar?, habría que explicárselo bien a los valencianos mientras se sigue buscando a los desaparecidos. ¿Somos capaces de ponernos en el lugar de la pobre gente que busca enloquecida y desesperada a su familiar desaparecido?
'Carta a un amigo desaparecido' es una impresionante misiva que Ernest Jünger nos fue contando y que puede sernos útil en estos días que nos impactan. Le escribía para contarle cómo, desde la amistad, se puede conversar con nuestros amigos muertos, todavía desaparecidos mientras se buscan como si aquí estuvieran, para contarles nuestra vida inflamada antes de quedar también reducida a cenizas en un ejercicio que pretende la mitigación del dolor desesperante. En lo irrepetible se oculta lo imperecedero, decía, y solo el espíritu fatigado ama aferrarse a las reliquias del tiempo al que hay que dejar que haga su trabajo para hacernos entender mucho mejor las cosas.
Al escribir una carta a los que nos han dejado permite tenerlos en nuestro ánimo que se reconforta con el recuerdo en la espera de encontrar su cuerpo maltrecho y darle sepultura. Cualquier fórmula que ayude a mitigar el dolor de la espera puede ser útil. No se si ésta…
Pero lo que sí es cierto es que en este tiempo renuevo de volver a revivir la desgracia debe de hacernos fuertes y exigentes en la pretensión de conseguir una reparación completa, despreciando a todo aquel que pretenda obtener rédito político de una situación desesperada.
Que lo renuevo evite definitivamente el riesgo de episodios incontrolados y liquide responsabilidades y autores de una vez por todas. Solo así se podrán entender mejor las cosas. Hay que mandarles al carajo y empezar la reconstrucción de inmediato. Solo así.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.