Me lavo las manos

Sí, porque luego estamos los demás. La tropa. Nos cuesta un mundo, pero ahí vamos, poco a poco, haciendo lo que podemos y 'agradeciendo' a la epidemia, la misma que nos llena de incertidumbre y preocupación, que haya logrado «despertar la conciencia colectiva» sobre este asunto. Y lo está consiguiendo. Estamos despertando y nos damos cuenta de cómo se lavan las manos algunos. ¡Qué responsables! Qué bien combinan la cantidad suficiente de jabón para cubrir la superficie total de las manos. Cómo se frotan las palmas entre sí, y la palma de una mano contra el dorso de la otra entrelazando los dedos. ¡Qué maestría! Cómo atrapan el pulgar con la palma de la otra mano y frotan en círculos y cómo frotan la punta de los dedos contra la palma con movimientos de rotación. Y qué me dicen de enjuagarse las manos. Eso lo bordan. Da gusto verlos. Y lo mejor es que después de hacer todo eso, después de manejar los tiempos y después de darnos instrucciones y de decirnos, a los periodistas sobre todo, lo que está bien y lo que está mal, vuelven a hacerlo. Vuelven a lavarse las manos. Así que estoy aprendiendo poco a poco. Por ejemplo, ¿qué hago si hoy alguien se da por aludido al leer este comentario? Está claro, me lavo las manos.