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Los antiguos filósofos contemplaron la esencia de la Naturaleza desde cuatro elementos que, como puntos cardinales, guían nuestro destino: agua, tierra, fuego y aire. La vida flotó en el agua y mantiene líquidos sagrados que configuran nuestra existencia: la sangre, desde la que nuestro ... organismo sacia el vigor de ambos sexos; el semen, que enciende el origen desde el deseo masculino; y la leche, generoso alimento que lo femenino proporciona como primer manjar de nuestras bocas.

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eldiariomontanes Leche y fuego