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Ahí dejo el titular abierto para que cada uno le ponga la letra que le apetezca, eso sí, al final del artículo prometo rellenarlo.
Había una película muy famosa de Audrey Hepburn que se llamaba 'My fair lady' en la que ella debía aprender una ... frase que en inglés decía: «The rain in Spain stays mainly in the plain». Su significado era «la lluvia en España permanece principalmente en la llanura». Obviamente, hay que hacer un esfuerzo por entender que en aquella época ni tenían Wikipedia ni a Mario Picazo, que por entonces sería un chaval, para poder explicarles con detalle a los productores de la película los sitios donde llueve más en este país.
Precisamente en España, que siempre hemos sido muy nuestros con las traducciones, el guionista de turno encima lo cambió a «la lluvia en Sevilla es una maravilla». Con sus dos c_jones y, de nuevo, que cada uno lo rellene como quiera. Seguro que el tío era trianero y del Betis, porque si no, el invento de traducción tiene poca explicación. Yo desde luego cuando supe que la frase era otra, me quedé perplejo. Y, a veces, me pregunto: ¿Hubiera escrito lo mismo el tío si fuese de Cabezón de la Sal o de San Roque de Riomiera?
Cuando me vine a vivir a Santander con toda la familia hace unos meses estábamos algo asustados con el tema de la lluvia. Pero en seguida vencimos nuestros miedos porque algunos amigos de aquí nos decían que «ya no lluevetanto», que «eso era hace años y llevamos empalmando veranos buenísimos», que «la gente no para de comprar casas porque con el cambio climático esto acabará siendo como Marbella»... Lo cierto es que en estos días de noviembre, y más después del último verano que hemos pasado, cada vez que me cruzo con esos amigos solo tengo ganas de sacarles el tema y darles con el paraguas en sus mismísimos c_jones. Otra vez, que cada uno rellene esta última palabra como prefiera.
En Madrid nos quejábamos de que llovía poco y ahora aquí de que llueve mucho. Pero, cuando lo pienso más en frío, creo que no es para tanto y que además merece la pena. Gracias a que llueve podemos tener el campo más verde y de paso ahorrar agua. Podemos valorar más los días con sol y que cuando éstos vienen nos parezcan más especiales. La lluvia nos empuja también a estar más en casa, pudiendo disfrutar más tiempo con la familia y los amigos. Y, por supuesto, cómo no, depura y limpia los lugares más contaminados y mejora su calidad del aire.
En definitiva, que no es para tanto, que también tiene su parte buena y en mi caso, si yo hubiera sido el guionista de 'My fair lady', a Audrey Hepburn le cambiaría la frase por «la lluvia en Santander, en el fondo es un placer». Eso sí, llevamos un añito que está lloviendo de 'cAjones'.
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