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El escritor francés Eric Vuillard. EFE
La desdicha del conquistador
Opinión

La desdicha del conquistador

Llegar a la cima es asegurarse un duro ocaso; cuanto más fabulosa es la ganancia, mayor es el derrumbe

Martes, 19 de noviembre 2024, 00:40

Cree este lector, puede ser un capricho, que a Éric Vuillard y a su novela 'Conquistadores', recién aparecida entre nosotros, les habría venido bien prescindir de algún subrayado, como el abuso de los términos 'iniquidad' y 'codicia' para caracterizar las acciones de Pizarro y compañía ... en su cruento apoderamiento del Perú. Señalar que un acto de conquista por la fuerza implica un despliegue codicioso o resulta inicuo -especialmente, desde la perspectiva del conquistado-, es tan innecesario como hacer constar que el fuego quema o el lobo muerde. Ya en la 'Odisea' se advierte que el navegante hambriento «lleva ruina a las gentes contrarias», y se teme el lector español que tanto énfasis pasa por alto que no era la bonhomía ni la generosidad lo que movía a otros conquistadores, incluido algún paisano de Vuillard.

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