Café Central

No ha sucedido así con el Café Central, uno de los locales más tradicionales de la ciudad situado en la calle Consolación. Hay fotos del mismo fechadas en 1908. En 1992, Carmen Sánchez, que había acabado los estudios de Turismo, se pone al frente del negocio. Poco después, en 1996, lleva a cabo una renovación intentando conservar la estética de los cafés de siempre. Lámparas, puertas, techo, suelos, dan un nuevo aspecto al local. Las mesas de mármol.

Las paredes con cuadros del pintor José Antonio Parada. Y sin televisión para facilitar las tertulias de su clientela habitual. Una clientela que ha sido atendida principalmente, además de por Carmen, en la barra o en las mesas, por dos camareros que han estado vinculados casi toda su vida profesional al Central: José Luis Maté por las tardes, 40 años de servicio, recientemente jubilado, y Manuel García, unos pocos años menos, 30, por las mañanas. Esa continuidad dice mucho de ellos y de su relación con la propietaria y los clientes. Las rabas y las gambas enfundadas y el chocolate con churros son probablemente los que dan prestigio a un establecimiento, que en periodos vacacionales se convierte en punto de encuentro de los torrelaveguenses que viven fuera.