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Hace unas semanas comentaba la importancia de Torrelavega en la conservación y difusión del folclore de Cantabria. Una de las personas que contribuyó a ello ... fue Pepín del Río. Nació en nuestra ciudad en 1910 y murió en ella en 1986 dejando no sólo un legado de sus trabajos en la recuperación de la música tradicional sino, más importante, el ejemplo de una actitud y una dedicación. Me encuentro con su hijo Alejandro por la calle y me enseña unas páginas escritas por su padre en 1985, es decir, un año antes de morir. En ellas Pepín evoca un acontecimiento cultural de primer orden celebrado en la Plaza de Toros de Santander el 5 de julio de 1925 organizado por la Asociación de Prensa bajo la denominación El Día de Santander. Se trataba de una fiesta de afirmación regional que evocaba otra anterior, de 1900, bajo el nombre de Fiesta Regional, en el mismo lugar, presidida por Menéndez Pelayo, José María de Pereda, Jesús de Monasterio y Eusebio Sierra, a consecuencia de la cual se publicó un año después 'Cantos de la Montaña', de Rafael Calleja, que resultó ganador de un concurso en el que estaban de jurado Jesús de Monasterio, Tomás Bretón y Ruperto Chapí. Del Río describe a continuación el festival de 1925 recordando la presencia de torrelaveguenses en el encuentro. Cita el concurso previo para seleccionar a los participantes en la fiesta: él mismo integrante del Grupo de Cantadores con Gloria Alonso, América Andrea, Cándida Mara y Francisco Párraga, que resultaron ganadores con arreglos musicales de Díez Asenjo, el Orfeón infantil y los Picayos de Viérnoles, parejas de baile de Tanos y Cartes, entre otros. 'El Día de Santander', titulaba El Cantábrico la jornada. 'Se celebra la fiesta montañesa de mayor importancia que se ha visto en la capital', titulaba El pueblo Cántabro.

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eldiariomontanes Evocación de un centenario