Nuestras fiestas

Con la llegada del verano se multiplican las fiestas en los pueblos, ciudades y barrios de nuestra comunidad. No hay santo menor, ni fiesta menor. Que se lo pregunten a los vecinos de cada uno, orgullosos todos de sus celebraciones, cuenten con un presupuesto holgado ... o estén a tres por las puntas. En ocasiones en las programaciones, mirando por el rabillo del ojo las fiestas del pueblo del al lado, a ver si han sido mejores. Rivalidades que se manifiestan condicionadas por la contabilidad. Van a traer una orquesta gallega fabulosa, dicen unos. Nosotros no podemos llegar a esas cantidades, afirman tristemente los otros. Alegría compartida que crea ciudadanía y refuerza los vínculos vecinales. Los niños las viven con una intensidad especial acompañados de sus padres, corriendo de un lado para otro, esperando subirse en las atracciones, fascinados por su música y sus luces de colores. Para ellos, unas fiestas inolvidables. También para los adolescentes.