Pasado industrial

Mucho tiempo tendrá que pasar para que una vez acabados los trabajos de desmantelamiento de Sniace, ocupe su espacio una nueva y esperanzadora empresa. Mucho más tiempo para que se borre de la memoria de los torrelaveguenses la imagen de sus edificios, el de la ... icónica caldera, su alta chimenea, su fachada principal. Paseando por la ronda o en coche circunvalamos las ruinas actuales que asociamos a las imágenes que nos llegan de Beirut y recordamos el pasado de esplendor del complejo industrial. Nos preguntamos cuándo empezó a desmoronarse la que llegó a considerarse empresa modelo, quiénes fueron sus responsables. Muchos amigos de fuera de la ciudad, al ver esas reliquias arquitectónicas, nos preguntan qué paso, cómo se fue disolviendo la esperanza de una recuperación imposible. Te preguntan por su historia, lo que significó en Torrelavega. El final después de 81 años de actividad. Responder a esos amigos interesados, recordar aspectos ya olvidados, me ha llevado al libro 'Torrelavega, un espacio industrializado', tesis doctoral de la profesora de la Universidad de Cantabria, la torrelaveguense Soledad Nogués Linares, publicado en 1987. Un libro imprescindible, riguroso, en el que estudia «los procesos territoriales generados por las dos grandes empresas industriales, Solvay y Sniace, y establece su grado de aproximación del espacio y su influencia en la reorganización del territorio». La exhaustiva documentación, la aportación de planos, datos y fotografías convierten la publicación en un referente para reflexionar sobre las transformaciones de la ciudad, sobre nuestro pasado. En sus conclusiones, al referirse a la actualidad, cuando publica el libro, afirma: «Fragilidad, vulnerabilidad y dependencia son pues las características de la organización social y territorial generada por las grandes empresas industriales en el entorno del Saja-Besaya». Lo estamos comprobando. No se supo ver a tiempo. Cuando se quiso intervenir ya era demasiado tarde. Lean el libro.