Testigo social

El proyecto actual en la sala de la calle Sevilla santanderina tiene como eje temático el mundo del trabajo (mina, pesca y campo) que tan bien conocía Mauro. Trabajó en la Real Compañía Asturiana (RCA), convivió con los compañeros a los que veía en su esfuerzo físico cotidiano, sus caras de sufrimiento, su lucha por sobrevivir con los anoréxicos salarios, pero al mismo tiempo conocía a muchos de los obreros que trabajaban en otras empresas que había en la ciudad en los años cincuenta y sesenta del pasado siglo, una ciudad obrera. De un modo general, Mauro plasmó otros oficios realizados por gente que veía, que trató y que también estaban en la precariedad que denunciaba: el carromatero, el vendedor de cupones, el albañil, tornero, afilador... Muchos de ellos personas populares de Torrelavega.

El historiador Miguel Ángel Sánchez contextualiza con rigor en el catálogo de la muestra la Torrelavega industrial y laboral de aquellos años. En algunos dibujos, Mauro escribe textos breves o pega recortes de periódicos a modo de gritos contra la injusticia denunciando la situación en la que viven estas personas y sus familias. Algunos dibujos no dejan de ser bocetos en los que va definiendo el modo de llevarlos a la madera. Otros tienen un carácter autónomo. Que la exposición se pueda ver en Torrelavega, en la sala que lleva su nombre, es algo más que un deseo, es una necesidad.