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Según datos del INE (Instituto Nacional de Estadística) en España vive medio millón de personas mayores de 65 años más que personas menores de 20. No es esta realidad muy diferente de la que se da en otros países europeos y a la expresión Vieja ... Europa hay que añadir ahora la de viejos habitantes de Europa.
En todo caso, volviendo a España, algunos detalles curiosos que deja el informe explican que el envejecimiento es mayor en el norte que en otras zonas de país y que solo son las familias inmigrantes las que contribuyen a parar un poco este dramático envejecimiento. También que la velocidad a la que se está produciendo este cambio es vertiginosa, ya que hace quince años la diferencia era de un millón quinientas mil personas, pero a favor de la gente joven.
No deja de llamar la atención que siendo el modificar esta realidad un objetivo prioritario para un desarrollo armónico del país, haya habido un silencio tan sonoro acerca de este asunto a lo largo de esta pasada, y pesada, campaña electoral. Hace algún tiempo afloraba en todo tipo de discursos el término 'nichos de mercado', que, como ocurre en tantos otros casos, poco a poco acabó desapareciendo de los medios de comunicación. Uno de aquellos nichos de mercado fue, y es, la tercera edad y así comenzaron a proliferar todo tipo de negocios montados más para obtener beneficios que para satisfacer las necesidades de quienes se encuentran, ya, esperando a concluir su paso por este mundo.
La felicidad de las personas mayores, también la de las jóvenes, nunca fue una prioridad para los dueños del mercado, que actúan, únicamente, en su propio beneficio. Aunque, eso sí, lo hacen con el beneplácito de una sociedad, inane, que acepta todo.
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