Lunes constitucional

La crisis institucional que enfrenta a la mayoría parlamentaria con la eventualidad de que el Tribunal Constitucional resuelva suspender la tramitación exprés de una proposición de ley del PSOE y Unidas Podemos, que también rebajaría las mayorías necesarias para su conformación, podría ir a más ... en los próximos días. El presidente Pedro Sánchez no asistió al pleno del Congreso del jueves, porque coincidió con una reunión del Consejo Europeo en Bruselas. Pero tampoco dudó en calificar de «complot», de intento de «atropello» a la democracia, y en señalar a la derecha política, a la judicial y a la mediática como responsables de la amenaza que se pospuso a la reunión del Tribunal Constitucional el lunes. El presidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos, Jaume Asens, declaró que hay miembros del Constitucional «en rebeldía». La decisión que el TC adopte ante los recursos de amparo del PP y de Vox estará cuestionada de antemano. Además de las dudas jurídicas sobre la pertinencia de su actuación pesarán los condicionantes calificables como políticos. La deslegitimación previa del Tribunal de Garantías constitucionales contribuiría a disuadirlo de adoptar una resolución que interfiera en la tramitación urgente de distintas reformas por las Cortes. Máxime cuando el jueves el Congreso aprobó por mayoría la proposición de ley del PSOE y Unidas Podemos que afecta nada menos que a cuatro normas orgánicas.