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Es difícil desde una óptica diferente a la esfera pública comprender los mecanismos de contratación en la Administración de su propio personal.
Pero desde los tres sindicatos que suscribimos esta denuncia: UGT, SIEP y CSIF, representados en el comité de empresa del Gobierno de Cantabria, ... hemos intentado por numerosas vías transmitir al Instituto Cántabro de Servicios Sociales (dependiente de la Consejería arriba mencionada) que el organismo autónomo no está siendo ejemplo de nada en la contratación de personal que realiza.
Al revés, podemos decir bien alto, que están rayando la legalidad y cuidando muy poco la calidad de un Servicio Público tan sensible como es la atención en Derechos Sociales. Centros de Menores, de primera infancia, Centros sociales de Mayores, Centros de Dependencia (los que más están sufriendo sin duda)... son presos de unas políticas de contratación, que bajo supuestos criterios de austeridad incumplen el convenio colectivo y hasta el Estatuto de los Trabajadores, norma básica en las relaciones laborales que invitamos a algunos gestores a leer.
Amparar este desastre en la constatable realidad de aumento de carga de trabajo y escasez de número de funcionarios (a los que desde aquí reconocemos su labor en estos difíciles momentos) es cobarde y poco certero.
Como hemos dicho desde estas tres organizaciones sindicales hemos hecho numerosas llamadas, tenido reuniones extraoficiales, registrado escritos... Hace pocos días se nos remitió parte de la información sobre contratación que nos hemos visto obligados a pedir por registro, contratación que debe ser pública y transparente y que nos llega con un evidente retraso (si llega), que nos impide totalmente ejercer nuestro derecho a velar por las condiciones laborales del personal que representamos.
Pero expliquemos detalladamente en qué consisten estos incumplimientos: falta de sustituciones constantes, (en sólo una planta de una residencia ayer teníamos tres vacaciones de personal sin cubrir), escasa cobertura, sustituyendo en periodos semanales sólo los fines de semana o días sueltos y en periodos quincenales partiendo hasta en tres bloques las vacaciones para no pagar los fines de semana, carteleras semanales ilegales, no negociadas con el comité de empresa donde a los sustitutos se les coloca 55 horas, 49 horas..., con el conocimiento de que nuestro personal en jornada ordinaria no puede superar las 35 horas semanales..., contratos, todos, donde no se incluye dentro de la contratación el descanso semanal, perjudicando gravemente las carreras de cotización para la jubilación.
Lo dicho, múltiples reuniones y el día 11 nos convocan para ver que se puede hacer. Esta Consejería de Empleo que permite a su organismo, el Icass, realizar esta política, no es ejemplo de nada, vende humo y ofrece empleo precario, de escasa calidad, con contratos miserables y sin incluir algo tan básico como son los descansos correspondientes, imponiendo carteleras con jornadas excesivas que hacen a los trabajadores y trabajadoras realizar horas extras que por supuesto ni reconocen ni pagan.
Es una Consejería de Políticas Sociales que se llena la boca hablando de la Atención Centrada en la Persona y da lugar a que usuarios sean atendidos por personal nuevo sin un mínimo acompañamiento del personal que conoce a los residentes. Eso es lo que les preocupan los usuarios, y cumplen, vaya, de qué manera, con dos de las máximas que se deben evitar en Protección Social, la excesiva rotación del personal y la falta de estabilidad en la plantilla.
Y qué decir del personal fijo o de larga duración, aguantando esta situación de trabajo, en mínimos constantes o bajo mínimos, porque este Icass ha sido capaz de colgar un protocolo interno donde reconoce que puede llegar a trabajar por debajo de los mínimos fijados sin ningún pudor. Desde UGT, SIEP y CSIF ya hace meses cursamos escrito a la Inspección de Trabajo, otro organismo atascado por la falta de inspectores que no es capaz de generar respuesta a tiempo.
Los trabajadores y las trabajadoras de contratación bloqueados, reconociéndonos que tienen que hacer lo mismo 60 llamadas para conseguir que 3 personas acepten contrato. Ningún verano nos había ocurrido algo como esto, el personal que ha opositado prefiere permanecer en el empleo privado porque desde el público no damos ninguna seguridad de continuidad mínima en la contratación, y ¿de qué sirve tener más permisos si todos te los niegan porque no hay personal? Y ¿de qué sirve tener unos salarios más altos si los contratos los recortan por todos los extremos?
UGT, SIEP y CSIF les decimos una vez más, no busquen excusas, den la cara, donde están los responsables políticos que dejan estas explicaciones en funcionarios que trabajan horas a destajo porque esto sencillamente no va. Exigimos Servicios Públicos de calidad desde el máximo respeto a los Derechos laborales y desde YA, porque querido Icass permítenos recordarte que estamos acabando el verano.
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