Cantabria sigue siendo de derechas

Mirar los porcentajes es más significativo que escrutar los escaños. El PP se coloca con un cuarenta por ciento de los votos, que sumados a los obtenidos por Vox suponen una mayoría absoluta holgada conservadora. Los socialistas cántabros se apuntan un éxito, porque crecen un escaño y se recuperan tras la ola azul de las recientes elecciones regionales.

Lo más interesante está por llegar. Una vez celebras las elecciones nacionales el PP tiene que definir su futuro en Cantabria. Lo sucedido ayer no afecta esencialmente al Parlamento cántabro, pero el PP, ya sin el freno de la campaña electoral, tiene que definir si continúa con el apoyo del PRC o si consolida una alianza con Vox. El deseo de María José Sáenz de Buruaga de gobernar con apoyos alternativos es, cada día, más utópico.

La posibilidad de un bloqueo que conduzca a la repetición de elecciones está muy presente y si se produjera, Cantabria podría ver retrasados proyectos básicos al carecer de interlocutor en el gobierno de España.

En esta ocasión, la demoscopia se ha equivocado y la capacidad movilizadora de la izquierda queda más que clara, frente a la carencia de empuje de los conservadores. Para los cántabros es esencial saber quién formará gobierno en España, cosa que ahora mismo está en el aire.