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Esta semana finalizó la huelga que ha parado la empresa Aspla durante mes y medio. Este conflicto laboral puso en riesgo la propia supervivencia de ... una industria fundamental para Torrelavega y la comarca del Besaya. Tras el acuerdo entre los sindicatos y la empresa se reanuda la producción… Pero queda sin respuesta la pregunta sobre los daños causados durante este largo paro y las consecuencias que se derivarán en los próximos meses. Además de los salarios no percibidos y del daño a las empresas auxiliares, es posible que algunos clientes de Aspla no regresen tras la huelga y que el potencial de la factoría se debilite.
Para evaluar la situación es imprescindible abrir el objetivo y escrutar el panorama general. La pérdida de pulso industrial en la cuenca del Besaya es un proceso que de forma lenta, pero imparable, se ha producido desde hace décadas. El eje industrial de Cantabria trazado de norte a sur desde Santander-Torrelavega-Los Corrales de Buelna- Reinosa ha menguado de manera ostensible y la cuenca del Besaya se ha visto seriamente perjudicada. Los cierres de la fábrica de motores de Authi en Los Corrales, Asturiana de Zinc, Sniace y un reguero de pequeñas y medianas empresas ha producido un serio deterioro en la vitalidad de Torrelavega. La segunda ciudad en población y la capital industrial de Cantabria atraviesa, desde hace años, una situación crítica.
Desde el Gobierno de Cantabria, que se ha teñido de diferentes colores en las últimas décadas, no se ha producido una reacción capaz de revertir la situación. Durante diferentes legislaturas se habla de la situación, existe consenso sobre el declive de la comarca, pero no se ha pasado de las palabras a los hechos.
La caída del empleo en las fábricas, en las pequeñas y medianas empresas, ha repercutido, de manera muy negativa, en el tejido comercial de Torrelavega. La capital del Besaya creó en el siglo XX un importante número de tiendas con un alto nivel de oferta. Basta un paseo hoy, por las calles más céntricas, para comprobar los daños producidos por la pérdida de tejido industrial: comercios cerrados, calles sin pulso…
Uno de los proyectos más importantes para la cuenca, la construcción de un nudo de autovías que facilite la circulación en los ejes Norte-Sur y Este-Oeste, avanza con un retraso que es señal del desinterés con el que el gobierno de España trata a la comarca del Besaya. La obra se eterniza sin que siquiera el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana –tanta palabrería para lo que antes era solamente Fomento– se digne en informarnos, a los contribuyentes, de los avances en la obra, del incremento del coste e indique si para este verano ya estará operativo el nudo viario, que debería haberse terminado hace muchos meses.
Las elecciones municipales y autonómicas están a pocas semanas de celebrarse y es el momento adecuado para que los partidos políticos presenten sus alternativas. Creo que regresar a los consabidos planes de desarrollo no son más que formas de retrasar las soluciones y eludir responsabilidades. Muchos políticos, no todos, piensan en la renovación de sus cargos, con un horizonte temporal de cuatro años.
La solución no es volver a consumir meses y años en elaborar una propuesta general para revitalizar la comarca. Por el contrario, es momento de activar medidas para facilitar la inversión y el crecimiento. Acciones que permitan el asentamiento de nuevas empresas, que pongan en valor los terrenos, ahora inútiles, que libera Sniace, que otorguen seguridad a los emprendedores, que se rebaje la presión fiscal y, de manera especial, se habiliten cauces para que los propios habitantes de la comarca puedan unirse para promover viviendas a precios de coste, se faciliten terrenos para industrias… En fin, romper las cuerdas que mantienen maniatadas a muchas personas y frenan la llegada de industriales y comerciantes, con trámites desesperantes, con restricciones que encarecen la puesta en marcha de cualquier negocio.
La cuenca del Besaya tiene muchas oportunidades para recuperar la prosperidad perdida, pero necesita un cambio de rumbo para salir de una rutina adormecedora e iniciar una etapa en la que abra una forma de entender el progreso.
Reactivar la industria en el Besaya debe ser una de las prioridades del próximo gobierno autonómico. Un objetivo que necesita aunar fuerzas, evitar enfrentamientos y, sobre todo, actuar desde Cantabria. Dejar solamente en manos de 'Madrid' una cuestión tan trascendental es un error que los cántabros pagamos muy caro.
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Ana del Castillo
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