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En este año 2024 es de justicia conmemorar a un periodista íntegro, coherente, profesional y representante genuino de esa tercera España, siempre preterida y denostada: ... José del Río Sainz, conocido por su pseudónimo de 'Pick'. El periodista y poeta nació en Santander en el año 1884 y falleció en Madrid en el año 1964. Ochenta años de una vida intensa, siempre ligada a la mar y a Cantabria. Su trayectoria profesional y política resulta singular y por ello se aparta de aquellos que se aferran a unos principios y son incapaces de reconocer los defectos, cuando no los graves errores, que cometen quienes gobiernan bajo determinados paraguas ideológicos. En esta doble efeméride, el poeta, periodista y activista en favor de Cantabria, merece un recuerdo.
Para los analistas romos, 'Pick' fue un veleta ideológico. Para quienes han estudiado a fondo su obra es, por el contrario, espejo de fidelidad a sus valores éticos y morales.
Una persona que siempre buscó la verdad desde la honradez. En los primeros años como periodista, tras su juventud como marino mercante, fue defensor de la monarquía de Alfonso XIII. Las ideas monárquicas le fueron inculcadas por Juan José Ruano (Santander 1871, Madrid 1930), abogado y político santanderino. Cuando conoció, de primera mano, lo que sucedía en la guerra de Marruecos asumió su error y manteniendo sus ideas sobre la honradez y el buen gobierno, rectificó y denunció el abandono de los soldados, la falta de material y la corrupción en el ejército. A su regreso de la guerra de Marruecos, en la que informó como corresponsal de guerra, publicó varios artículos de denuncia que le llevaron ante un consejo de guerra.
La proclamación de la república, en 1931, fue bien acogida por José del Río, que dio la bienvenida al nuevo régimen tras su decepción con la monarquía. Creyó en los planteamientos republicanos de traer a España la libertad, la solidaridad y el verdadero gobierno del pueblo. El golpe de estado contra el gobierno republicano, que desembocó en la revuelta de Asturias, despertó en Pick serias dudas sobre la viabilidad de un gobierno incapaz de mantener los principios republicanos, ante el acoso de quienes querían una revolución totalitaria. Iniciada la guerra civil, con Cantabria en la zona fiel a la república, José del Río trató de suavizar los horrores de la guerra. Propuso un acuerdo con el ejército de Franco para unificar familias que quedaron divididas por los frentes de guerra, propugnó un intercambio de presos entre ambos bandos e intentó, siempre, rebajar el odio creciente y la violencia.
Sus llamamientos desde el periódico fueron interpretados por las facciones más radicales de los partidos que sostenían el gobierno republicano, como totalmente inadecuados, incluso tildados de derrotistas. Un periodista vasco, Bruno Fontana, señaló a José del Río en un artículo publicado en Bilbao como «uno de los que lloriquean». Una forma de poner en la diana a quienes se calificaban de quintacolumnistas. A finales de 1936, Pick, impelido por sus amigos que le comunican que su vida corre peligro, sale de Santander en un barco de bandera extranjera. A su llegada a la zona franquista, en Burgos, fue recibido con una frialdad gélida. Su apoyo a la república y sus planteamientos humanitarios le adscribieron a la extensa lista de los sospechosos de no ser adeptos a la dictadura emergente.
Al finalizar la guerra, Pick se encuentra en una muy difícil situación personal y económica. Le despiden de su trabajo como capitán de la draga de Santander y no pudo regresar a su tierra. Su amigo, el periodista Joaquín Arrarás, que fue director de El Diario Montañés unos años antes de la guerra civil, le ayudó y le consiguió colaboraciones periodísticas en el diario Informaciones, firmando con pseudónimo. El incendio que destruyó buena parte de Santander le afecto mucho, porque supuso la pérdida de su paisaje vital.
La figura de José del Río es el epítome del periodista honesto. Comprometido con la verdad y con la defensa de su tierra. Pick no mantuvo una posición partidista, sino un compromiso con la verdad y la honestidad.
La figura de Pick, defensor de Cantabria y de sus gentes, crece a medida que pasan los años. Ahora mismo, con la polémica sobre la veracidad de las noticias y las acusaciones de posicionamiento partidista de algunos medios de comunicación, la trayectoria limpia y aleccionadora de Pick cobra mayor importancia. José del Río tiene un merecido homenaje con su estatua en el paseo de Reina Victoria, en la que se recuerda su perfil como poeta. Su poesía no debe empañar la labor de denuncia de la corrupción y los errores de los gobernantes, que criticó tanto en 'La Atalaya' como en 'La Voz de Cantabria'.
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Ana del Castillo
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