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La Asociación de Amigos del Museo Marítimo del Cantábrico ha editado un libro bajo el título 'Aire de la mar', que resucita viejos textos del periodista, poeta, marino y gran santanderino José del Río Sainz, 'Pick'. Bajo la selección de Juan Peña Berrazueta, capitán de ... la marina mercante, se ofrecen al lector casi una centena de artículos publicados por 'Pick' en el diario 'La Atalaya', entre el año 1903 y 1918, es decir, la etapa inicial del periodista, tras el accidente que le apartó de su carrera náutica.
La lectura de este volumen recopilatorio de textos de José del Río nos sumerge en la historia cotidiana de Santander en los albores del siglo XX y, sobre todo, sirve para desmentir lo efímero del género periodístico. Se aceptó como un axioma que nada es más viejo que el periódico de ayer, o que el destino del mejor artículo no es otro que envolver el pescado. Los artículos de 'Pick' desmienten la obsolescencia de la prosa periodística y las actuales pescaderías, con su asepsia, se horrorizarían si tuvieran que envolver el pescado en hojas de periódicos.
En este año 2024 se cumplen sesenta años del fallecimiento, en Madrid, de José del Río y este libro, prologado por José del Río Mons, nieto de 'Pick', es un acertado homenaje al gran periodista y excelente poeta que fue siempre defensor de la entonces provincia de Santander, de sus valores y de sus tradiciones.
El libro 'Aire de la Mar' contiene una serie de artículos de José del Río escritos sobre temas marineros. El título es una clara referencia a la extensa serie de columnas que escribió 'Pick' con el antetítulo de 'Aire de la calle'. Dada la extensa producción periodística de 'Pick' en este volumen se pueden encontrar una serie de textos especialmente relevantes. Capítulo tras capítulo, o mejor dicho artículo tras artículo, la pluma del marino columnista y poeta nos cuenta la vida en los bajos fondos de la zona portuaria, las penurias de los más desfavorecidos, naufragios, caprichos de los vientos o retrata personajes singulares, como 'Pombito' o los raqueros, que buscan el sustento entre las mercancías que se mueven en los muelles.
El recopilatorio realizado por Jun Peña de Berrazueta nos recuerda a 'Pick'. Reconocido por sus coetáneos en varios homenajes y en el presente mediante la estatua ubicada en la curva de la Magdalena y en unas viejas piedras de Puertochico, frente al club Marítimo. La lectura de los textos de José del Río, en el presente, resulta muy grata porque con un estilo personal, limpio y directo, transporta al lector al Santander de los años veinte del pasado siglo, a la ciudad que, en gran parte, destruyó el incendio de 1941.
El perfil humano de 'Pick' se agranda con el paso de los años. Fue monárquico hasta que vio con sus propios ojos la situación de los soldados de recluta en Melilla. Durante la guerra de Marruecos confío en la República, en la creencia de que con ella llegaría la justicia y la paz, quedó confuso con el desorden y los excesos de los gobernantes republicanos. En la guerra civil abogó siempre por su final, por el entendimiento entre los españoles. 'Pick' permaneció en Santander desde el golpe de julio de 1936 hasta finales de 1937 y, en ese tiempo, abogó sin éxito por el final de la contienda y también por atenuar los estragos de la guerra. En octubre de 1936 publicó un artículo titulado 'La humanización de la guerra', en el que pedía que se permitiera la reunión de las familias que habían quedado divididas entre la zona controlada por las tropas franquistas y las que permanecían en territorio del Gobierno republicano.
Más tarde 'Pick' escribió a favor de un alto el fuego y un intercambio de prisioneros. Todo en vano. Estos escritos a pro de humanizar la guerra fueron contestados por periodistas militantes de diferentes partidos de izquierda y finalmente, ante las evidentes amenazas, José del Río embarcó en un buque surto en la bahía hacia Francia. De allí regresó a España, a la zona rebelde, donde fue acogido con absoluta frialdad y considerado un desafecto por su pasado republicano. 'Pick', terminada la guerra, no recuperó su puesto de capitán de la draga en Santander, ni pudo volver a su ciudad. Escribió en varios diarios con diferentes pseudónimos, sin el nivel que le correspondía por su talento y trayectoria. Fue ejemplo de la 'tercera España' y de los pocos que discreparon de los dislates de la monarquía, los errores de la República y padeció el ostracismo en el franquismo.
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