Secciones
Servicios
Destacamos
Una nueva concepción del ser humano está sustituyendo otra nacida y alimentada por la fe cristiana. Hoy se rechaza que el hombre, con evidentes debilidades y fallos, haya sido creado por Dios. Tampoco se acepta que se nazca varón o mujer porque esto depende de ... lo que cada uno sienta en cada momento. Ni es necesario que los padres traigan hijos al mundo porque se pueden 'fabricar' por otros cauces y no son imprescindibles dos personas de distinto sexo. Por supuesto que se puede abortar siempre que el que va a nacer venga con alguna deficiencia o no llegue en el momento oportuno. La vida no se ha de prolongar indefinidamente, sino que se reclama el suicidio asistido ola eutanasia….
Ya no se pretende construir una nueva sociedad, una humanidad más libre y feliz. El objetivo es llegar a ser más que humanos. Se rechaza el humanismo y se habla de trans-humanismo y de post-humanismo. El transhumanismo considera al ser humano como material biológico modificable por las nuevas técnicas de la medicina, la genética, la ingeniería o la informática. Hay que superar la actual humanidad. La investigación de los mecanismos del envejecimiento, las oportunidades creadas por los transplantes de órganos, la recuperación de las funciones vitales de un organismo congelado… han desembocado en la pretensión de evitar la muerte o, al menos, extender la vida humana hasta límites inéditos. El post-humanismo sostiene que el homo sapiens ya no posee un valor especial y debe ser considerado como una especie animal entre otras. Desde la ideología de género pretende la asignación libre de género, independiente del sexo, que cada uno puede escoger según se sienta en cada momento. De aquí se pasa a la normalización social de la homosexualidad, transexualidad, terapias hormonales, etc…
Y combinando las variantes biocéntrica y de género, el posthumanismo da cabida a la familia mixta formada por humanos y mascotas de diversas especies. Ya en muchas ciudades hay el doble de perros que de niños. El hombre se convertirá en su propio creador. Se habla de la fantasía del 'autoengendramiento': el ser humano se puede liberar de lo que obstaculiza su libertad, volviendo a la etapa anterior a la creación y a la división en sexos, religiones, civilizaciones y naciones, para hacerse a sí mismo a partir de lo que quiera ser sin traba alguna.
Pero estas antropologías son falsas. La naturaleza humana no es una teoría, sino un dato existencial que no puede descartarse sin condenar al hombre a convertirse en un extraño para sí mismo. Ya no sabe vivir ni tampoco sabe morir. La descristianización conduce a la deshumanización. La antropología nacida de la fe cristiana, sin embargo, asume la finitud del ser humano, creado por Dios, nacido varón o mujer, con padre y madre y destinado a una vida más allá de la muerte. Hoy no se toma en serio la dimensión religiosa del ser humano y así nos va en ello.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.