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Seguramente os resulta desconocido Nicolae Steinhardt (Bucarest, 1912-1989). Así me ha ocurrido a mí. Pero la recensión de su diario, en el que narra su experiencia en un campo de concentración comunista, me ha cautivado. Era judío, de clase acomodada y se contaba entre ... los intelectuales rumanos. Sufrió la persecución que Ion Antonesco desató contra los judíos, fue encarcelado y torturado en una de las cárceles más crueles durante cinco años. Sin embargo, fue allí donde encontró, contra todo pronóstico, la felicidad. Tras convertirse al cristianismo, narra esta experiencia en el 'Diario de la felicidad' (ediciones Sígueme, Salamanca, 2 edición, 2023): «En la pequeña celda de Zarca, solo, me arrodillo y hago balance. Entré en la cárcel ciego y salgo con los ojos abiertos; entré mimado y caprichoso, y salgo curado de ínfulas, aires de grandeza y caprichos; entré insatisfecho y salgo conociendo la felicidad; entré nervioso, irascible, sensible a las minucias y salgo indiferente; el sol y la vida me decían poco, ahora sé saborear un trozo de pan, por pequeño que sea; salgo admirando por encima de todo el valor, la dignidad, el honor, el heroísmo; salgo reconciliado: con aquellos a los que he hecho mal, con los amigos y los enemigos, incluso conmigo mismo».

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eldiariomontanes Encuentra la felicidad en una cárcel cruel