Secciones
Servicios
Destacamos
El Ministerio de Transición Ecológica publicó en el BOE del 21 Marzo de 2024 la resolución de su Dirección General de Calidad y Evaluación ambiental. En ella se acuerda no someter a procedimiento de evaluación ambiental ordinaria el Proyecto de Conexión Submarina de las marismas ... de Santoña entre Laredo y Santoña. En ese acuerdo se dice expresamente que ese proyecto no va a producir efectos adversos significativos sobre el medio ambiente. El documento que lo sustenta es un conjunto de 21 páginas en las que se describen de forma prolija las obras a ejecutar, los antecedentes de ellas, los organismos públicos y las organizaciones ecologistas consultadas. Sorprende que ninguna de estas últimas de carácter regional se haya pronunciado.
Para resumir, se trata de atravesar la bahía de Santoña con un tubo de 3 m de diámetro, a 42 m de profundidad y 1.400m de longitud hasta un foso de bombeo de 20 m de diámetro y 45 m de profundidad. Este foso se hará a 60 m de un bloque de viviendas que forma parte de un conjunto de más de 200 viviendas edificadas en la zona inmediata en los últimos 15 años.
El nuevo túnel se concibe paralelo y 4 metros más profundo que el que ya hubo que anular su construcción hace ocho años con elevadas pérdidas económicas. Ahora se quiere insistir con incierto resultado.
Estas obras suponen una nueva excavación de 40.000m 3 de roca y fangos que habrá que acarrearlos con no menos de 4.000 portes de camiones a realizar al lado de ese barrio santoñés. Habrá que añadir otro gran número de camiones de transporte de hormigón, dovelas, armaduras y bentonitas.
El saneamiento general de todo el bajo Asón se concibió hace 21 años con una evaluación ambiental que resultó consentidora, entre otras razones porque la legislación del momento era menos restrictiva y porque en la zona santoñesa de llegada del túnel y foso de bombeo apenas había casas. En cambio, hoy sobrepasan las 200 viviendas nuevas, además de varios edificios dotacionales. Sorprende que la Dirección General del Ministerio de Transición Ecológica afirme que esa obra y las futuras instalaciones en pleno funcionamiento no van a producir efectos adversos sobre el medioambiente de la zona.
Pónganse, los autores del informe de Madrid y de los organismos regionales que también lo consienten, en el lugar de esos vecinos santoñeses.
Veamos. Qué pensarían si a 60 metros de su casa se produjesen, en los próximos dos años que va a durar la obra, voladuras con dinamita, martillos perforadores en roca, excavadoras, grúas de extracción de escombros y centenares de camiones de transporte.
Imaginen, además, que en su barrio hubiera, como en este barrio santoñés, un edificio dotacional del ejército, unas escuelas y una iglesia románico-gótica, cuyo subsuelo sufriera una desecación del nivel freático hasta 45 m de profundidad, con el subsiguiente riesgo de producir alteraciones graves en la cimentación de sus edificios e incluso posibles daños estructurales.
Añadan a eso la circunstancia de sufrir para siempre, y no solo durante las obras, olores de residuos de alcantarillado, ruidos de bombas de agua de gran potencia y vibraciones por el fluir de miles de metros cúbicos de agua.
Pero por encima de todo sorprende que no se tenga en cuenta en todo el análisis ambiental el gran consumo de energía y generación de CO2 a la atmósfera que va a suponer bombear las aguas a una altura de 30 m (un edificio de 9 plantas) con 6 bombas de gran potencia que están previstas para un caudal de 2.900 litros de agua por segundo. Poco sería tan contaminante en Cantabria. Por poner un ejemplo entendible, esto supondría subir 25 millones de baldes de agua desde el bajo hasta el noveno piso al día .
Hace 21 años del inicio de este megaproyecto y no se hablaba de cambio climático y de huella de carbono. Hoy en cambio ese factor es prevalente en cualquier actuación.
El Ministerio y el Gobierno de Cantabria no deben dejar que se cometa este error. La Comisión Europea tampoco entendería tal consumo innecesario de energía de por vida. Hay alternativa para rectificar ese proyecto y llevar el saneamiento por tierra firme sin necesidad de ese túnel y megabombeo. Es más barato, más rápido, se puede utilizar la mayor parte de las obras ya realizadas según el proyecto de 2003, es de menor coste de mantenimiento y por tanto de menor canon de saneamiento a pagar por los ciudadanos y no perjudica a toda la población de Santoña. Pero sobre todo la alternativa es de escasa huella de carbono y mucho menos contaminante de la atmósfera. El sentido común, los vecinos de Santoña, la opinión pública y, sobre todo, la salud del planeta ya no admiten disparates medioambientales como el que se quiere perpetrar en Santoña y comarca del bajo Asón.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.