350 días después la sanidad no es la prioridad

Analicemos cómo va la 'operación reconstrucción de la sanidad'. Vayamos a la intervención de Buruaga en el debate de investidura, «vamos a reducir las listas de espera en atención especializada». Pues 350 días después, las listas de espera son mayores que entonces y además vamos a tener dos tipos de vía de acceso y de reducción de listas de espera, la 'business' (de pago o mejor dicho de repago) y 'la de todos los mortales' que se rige por la prioridad de la patología a tratar y el orden en la inclusión en lista.

Sigamos con su oratoria. «Quiero destacar la reforma de la Atención Primaria con especial atención al medio rural, porque con mi gobierno se acabó la falta de atención y el cierre de los consultorios». Pues no es así. Municipios como Liébana o Campoo lo han sufrido y lo sufren y para este verano ya nos ha avisado el consejero, César Pascual, que será muy complejo mantenerlos abiertos y si no hay médicos (que sí que los hay pero hay que buscarlos y retenerlos) pues al taxi... Del resto de la Atención Primaria, necesitaría varias editoriales para exponer la agonía por la que discurre.

«Nuestro tercer compromiso es con la zona Oriental: frenar el declive del hospital de Laredo y construir un nuevo dispositivo hospitalario en Castro Urdiales», decía la Sra. Buruaga. A día de hoy el hospital de Laredo se encuentra casi sin profesionales por la incapacidad de retener talento, atraer facultativos y sacar adelante rápidamente un acuerdo con los profesionales y las organizaciones sindicales para la paliar las zonas de difícil cobertura que sea eficiente; es más, el intento de diciembre del 2023 del consejero de «meter por la puerta de atrás en la ley de acompañamiento de los presupuestos», el mal llamado 'área única', casi conllevó algo inédito en Cantabria, una huelga general en sanidad en la que hubieran participado de manera masiva todos los profesionales. Menos mal que la Administración reculó y la presión sindical obtuvo las garantías suficientes para no hacer temblar los cimientos del sistema sanitario con ese atropello. Del mismo modo, el hospital de Laredo tiene un servicio de urgencias con una plantilla mermada y hastiada que con su sobreesfuerzo no va a ser capaz de abordar el verano 'calentito' que se avecina. Del dispositivo hospitalario de Castro Urdiales, mejor ni hablamos…

Ese 29 de junio, nos avanzaba también: «Voy a firmar, si es posible en los 100 primeros días de gobierno, un pacto profesional por la sanidad pública de Cantabria». Después de 336 días firma un pacto con parte de los profesionales, con los médicos, que, efectivamente, son el motor del sistema, pero para que ese sistema se mueva precisa del resto de profesionales a los que el Gobierno de Cantabria ha excluido de la mejora de sus condiciones laborales y retributivas. Y además llega a este 'pacto incompleto' menospreciando y excluyendo también, entre otros, al CSIF y el trabajo que viene realizando desde hace meses con la Administración para lograr un Pacto Global y mejorar el sistema sanitario público. Resultado, oportunidad perdida para remar juntos y contar con todos los profesionales para llegar a buen puerto.

Pues bien, con lo expuesto hasta ahora y con otros temas sin cerrar como el conflicto en los Servicios de Urgencias de Atención Primaria o la estabilización de las plantillas (todavía no se ha resuelto la OPE de estabilización ni el concurso de traslados) o mejorar la coordinación entre niveles asistenciales así como la asistencia en los centros socio-sanitarios, para este Gobierno «La sanidad es la prioridad».

Señora presidenta, las fotos en cuevas con príncipes europeos y su 'todo por Europa' del pasado 9 de junio, la ha hecho olvidar su cacareado perfil sanitario. Vuelva a Cantabria y vuelva a centrar sus esfuerzos en tener la sanidad como prioridad, pero esta vez para que sea una realidad y no palabras vacías.