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Arranca la campaña electoral, aquella que nos conducirá hasta las elecciones del 28 de mayo. De ahí saldrán los nuevos alcaldes y el nuevo presidente de Cantabria para el periodo 2023-2027. Ahí es nada.
El Partido Popular arranca la campaña con una idea clara: ... sólo hay dos opciones de gobierno. Cada ciudadano elegirá la papeleta de sus preferencias, pero la realidad es que en Cantabria sólo se dibujan dos opciones de gobierno posibles: o el PP o un 'gobierno Frankenstein'.
Efectivamente, el PP aparece en todas las encuestas como la fuerza política más votada. A lo que aspira es a obtener un número de votos suficientes para constituir una mayoría de gobierno que afronte el futuro y haga despertar a esta tierra del letargo, la parálisis y el declive en el que viene sumiéndose, cada vez más, desde hace algunos años.
Por otro lado, el candidato del PRC, Miguel Ángel Revilla, solo piensa en los pactos, pero su expectativa de votos (muy a la baja) y el estancamiento del PSOE hace que, para pactar, necesite, en el mejor de los escenarios, que la coalición Podemos-IU consiga representación parlamentaria (por encima del 5%) y, además, apoye la investidura. Revilla no lo dice, pero los líderes de la coalición de extrema izquierda ya han puesto condiciones: entrar en el Gobierno con, al menos, una consejería. «Tendrán que poner un tercer plato en la mesa», han dicho.
Esto es lo que se decide el 28 de mayo. Esto es lo que se decide en la campaña electoral que arrancó ayer.
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