Secciones
Servicios
Destacamos
Alcanzado el poder, Donald Trump ha empleado torrencialmente la táctica de 'inundar la zona'. En fútbol americano eso es concentrar muchos jugadores en un área para abrumar al oponente. Tratándose del juego político, podríamos decir 'congestionar el espacio mediático'. Da igual. La gente está usando ' ... inundar la zona' lo mismo que habla de 'decretos ómnibus' y de 'tirar al bebé con el agua de la bañera'. Se cita mucho estos días a Steve Bannon, que en 2018 le dijo al escritor Michael Lewis: «La verdadera oposición son los medios. Y la forma de vérselas con ellos es 'inundar la zona' con m…». Me niego a dejar la palabra aquí escrita.
Fabián C. Barrio la habría usado. Fabián C. Barrio es un 'youtouber' y escritor que ha conseguido 296.000 seguidores a base de ser políticamente incorrecto en su noticiario personal 'Los minutos del odio' y usar tantos tacos, palabras soeces y expresiones malsonantes como para 'inundar la zona'. Bueno, eso y haber recorrido el mundo en moto, haber creado contenidos muy interesantes para YouTube y desenvolverse en internet a la perfección. Cuando Barrio se refiere al 'algoritmo' que, en busca de contenidos 'inapropiados', censura ciertas palabras, lo llama «el algorrino», no sé si para evitar que le censure o por la manía que le tiene. Fabián C. Barrio se mueve por las laderas del anarquismo liberal, y los algoritmos censores no le gustan. Cuando este tipo hace 'Los minutos del odio', emplea su amplio vocabulario y su creatividad lingüística no solo para atraer al espectador, sino para despistar al 'algorrino'.
Si el 'algorrino' detecta ciertas palabras, podría saltar a la conclusión de que el contenido debe ser bloqueado, ya que el 'algorrino' es una mera serie de instrucciones estúpidas que no se entera del contexto. Así que Fabián C. Barrio funde y cambia perversamente los términos de modo que solo un ser humano, y no un 'algorrino', pueda reconocerlos. Al tiempo, con otras palabras, le indica a otro algoritmo que está distribuyendo materiales emocionalmente cargados, susceptibles de atraer visitas.
Claro que no puede competir con Donald Trump, que tiene 94 millones de seguidores en X-antes-twitter. Trump también es políticamente incorrecto, pero su inmenso poder para 'inundar la zona' y volver loco al mundo con anuncios, recortes, aranceles y despidos es inigualable. Los algoritmos que te hacen visible o invisible en internet favorecen a quienes ya son visibles, destacan lo destacado, potencian el poder. Quieren siempre más, más reacciones, más tráfico. ¿Cómo resistir a quienes los usan con pericia y sin barreras morales? Supongo que con sangre fría, inteligencia y sentido crítico, tres cualidades que los algoritmos no aprecian y muchos seres humanos tampoco.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.