El camarazo

Nunca he visto un golpe igual. Fue poco ortodoxo, pero certero. Muy efectivo. Podría asemejarse a un directo (jab o cross) dirigido a la nariz o a la frente del rival, aunque asegurarlo al cien por cien sería una osadía por mi parte. Si se analiza con detalle parece que el golpe dibuja también una sigilosa trayectoria ascendente como si fuera un uppercut dirigido al mentón, aunque no llega a impactar en él. En ese caso, el novio de la presidenta de la Comunidad de Madrid no hubiese aguantado en pie. Aunque no hay que quitarle mérito. Encajador es y lo ha demostrado. Cierto es que se tambaleó un poco, pero consiguió sobreponerse como pudo y seguir en pie.

El impacto fue como para hincar la rodilla, pero él no lo hizo, mantuvo la compostura. Y eso tiene mérito, mucho mérito, sobre todo cuando ... el golpe te sorprende, cuando te coge desprevenido, pensando, por ejemplo, en que no has querido declarar ante el juez tras cuatro comparecencias suspendidas por dos delitos fiscales y uno de falsedad documental y que tienes a los medios de comunicación de toda España pendientes de tus palabras a la salida de los Juzgados. Solo él puede describir el dolor que sintió con el golpe de esta naturaleza, fortuito como se ha visto en imágenes.

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