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Qué presión, presidente. A ver cómo hago el comentario después de escucharle a usted en su ronda de 'prime time' decir que «las opiniones no ... son hechos». ¡Uy, qué declaraciones más duras! Mientras usted sigue de gira mediática, voy a intentar ser obediente, que no quiero herir sensibilidades. ¿Y cómo lo hago? «Los hechos, hechos son». Qué nervios. Para empezar, hoy nada de hablar «de sanchismo, ni de revillismo, ni de comunismo».
En Cantabria, desde ayer entramos en otra fase: el buruaguismo. Es un hecho. La primera mujer presidenta de la comunidad autónoma coge las riendas de Gobierno regional al ser investida gracias a la abstención del partido de su ya antecesor, al que tanto criticó en campaña. Recuerden: «Si apoyas a uno, apoyas al otro». Otro hecho: «El nuevo Gobierno de Cantabria se compromete a evitar que ningún partido antiautonomista forma parte de los órganos de gobierno de la comunidad autónoma», es decir, un claro veto en el Ejecutivo a ese otro partido que tantos quebraderos de cabeza les está dando antes del 23J.
Otro más: Gobierno en minoría, lo que traducido al cristiano es que no le quedará otro remedio que pactar si quiere sacar adelante su programa electoral. Un documento en el que promete (otro hecho) conseguir en cuatro años «salir de la cola de España en crecimiento económico y del empleo; moderar la presión fiscal y la burocracia; reducir las listas de espera sanitaria o proteger a las familias frente a radicalismos en materia de vivienda de alquiler, okupas, despilfarro en chiringuitos partidistas y tramas de corrupción en la Administración Autonómica». Veremos sí es así. Mientras tanto, aquí estaremos para opinar, con hechos, como siempre.
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Ana del Castillo
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