Fruta pocha

Ojo cuando venga alguien y le diga que le gusta la fruta. Lo primero, mantenga la calma, no se altere. Asegúrese de que lo ha ... entendido bien, no vaya a ser que a su interlocutor se le haya escapado el insulto más popular de este país. Sí, el que utilizó la presidenta autonómica más mediática en la investidura del 'otravezpresidentedeEspaña', la misma a la que le salió del alma el 'hp' clásico, el de toda la vida, que luego tradujo en un «dije que me gusta la fruta». Si a usted le ha pasado, si ha recibido esta genuina versión en los últimos días, asegúrese de lo que ha oído, lo mismo no lo ha entendido bien. Mucho mejor hablar de fruta sí, dónde va a parar. Pregunte rápidamente a su interlocutor de qué tipo de fruta estamos hablando, cuáles son sus gustos frutales, si prefiere la fruta verde o más bien madurita. Y si la conversación fluye, pregúntele si es más de plátano de Canarias, de peras del Rincón del Soto, de naranjas de Valencia, de fresas de Aranjuez o de arándanos de Cantabria, por ejemplo. Pregúntele también cuántas piezas de fruta come al día, si las ingiere en el desayuno o en la comida o es más bien de los que las meriendan o cenan. Si las come solas o en ensalada o es de los que prefieren hacerse batidos con ellas. Si por el contrario, ha escuchado nítidamente la palabra original, no la versionada, piense que no es el único, mantenga la calma y, por qué no, háblele de la fruta. Piense en que si hiciéramos un ranking de improperios este ganaría de calle. Piense en el que le ha insultado esta mañana en la carretera o en el que se harta de meterse con el referee en cada partido o en el que... Y sí, piensen también en que el palabro, el original no el versionado, se ha colado también en el Congreso de los diputados, quien sabe si para quedarse. Ya les veo diciéndose durante esta 'dura' legislatura que se avecina lo mucho que les gusta a todos ellos la fruta, aunque esté pocha.