Pancartas, campanos y otras armas

Igual pensaba que los trabajadores iban a sumarse a la superfiesta celebrada en Santander y no en Campoo. No hubiese pasado nada porque ha quedado acreditado que no era problema de presupuesto, había más que suficiente. Todos los asistentes fueron invitados a una consumición y recibieron a la salida una bolsa con regalos. Todo un detallazo. Pero no, ellos van e intentan boicotear el acto. Qué gente, hacerle esto al consejero recién llegado, con lo bien que estaba él en la retaguardia, ahora a dar la cara como jefe supremo de la Consejería.

Así que si hay que hablar, pues se habla, debió pensar: «Siento si los actos violentos de unos pocos han podido incomodar». Menuda gente, que es eso de ir armados con megáfonos, con lo que debe fastidiar estar escuchando las proclamas de que «Cantur no se vende, Cantur se defiende» cuando eres el máximo responsable. O armados con pancartas en las que se podía leer «Se alquila Alto Campo. 90.00O euros» y «Contra la privatización de Cantur». Cuánta violencia. O armados con silbatos, con lo mal que se pasa cuando se te meten en los tímpanos. Y lo que es peor. Armados con campanos, eso ya es otro nivel, armas de destrucción masiva.

No hay derecho a tanta violencia, así que por favor que alguien ayude-asesore al consejero para cuando los trabajadores vuelvan a aguarle la fiesta con megáfonos, pancartas, silbatos y campanos. Otros consejeros, a los que se les acumulan los problemas, pueden echarle una mano.