Sin peros, mejor

Si algún día me largan del trabajo, que vayan al grano, por favor. Que sea un golpe seco, directo a la línea de flotación, sin ... edulcorante. Adiós, good bye, no vengas mañana, que ya no hace falta. Fuera adornos, ya les ahorro el papelón. Y, por supuesto, nada de celebraciones. Si a alguien se le ocurre organizar un almuerzo o cena de despedida, que se lo ahorre también. Algo habrá en la nevera. Lo dejo ahí, por si acaso, que en las últimas semanas parece que están de moda los halagos antes o después de enfilar la salida. O si no que se lo digan a la ya exsecretaria de Estado de Transportes, que se vio obligada a dimitir por el escándalo de los trenes diseñados que no entraban por los túneles. La ministra ofreció su cabeza y los presidentes de Cantabria y Asturias, indignadísimos ellos, la aceptaron, no sin antes reconocer su capacidad técnica y su buena predisposición y de valorar su labor como presidenta de Adif en favor de ambos territorios. Un gran servicio, pero...