Sueldos sin rodeos

Vamos, no te me vengas abajo ahora. Ármate de valor, levanta el trasero del asiento y con determinación guerrera, sin titubeos, aporrea la puerta del ... director –también vale con menos intensidad– y con voz firme, sin grandes rodeos, le pides directamente un aumento de sueldo. «'Dire', queeee..». He dicho sin titubeos, al grano. «Buenos días 'dire', ya se habrá dado cuenta usted de que está la vida muy mal, los precios por las nubes, todo muy caro...». Mucho mejor. Aprovecha ese momento para que se note que haces la cesta de la compra. «Y claro, el aceite por las nubes, la fruta, la carne, el pescado...». Así sí, pero no te olvides de otros gastos.«Por no hablar de la gasolina, las hipotecas, los críos, las extraescolares». Importante. A partir de ahí, se lo saltas. «En resumidas cuentas, que necesito un aumento de sueldo». Bien. Pero no te conformes con eso, si hemos llegado hasta aquí es para algo, para pedir una subida salarial en condiciones, no vaya a ser que te diga que lo que marque el IPC y te quedes a dos velas. Así que ya sabes, sigue el ejemplo de lo que piden los profesores. «Que al igual que ellos tengo muchos gastos y necesito un aumento del 30% en la nómina». ¡Buah, chaval, muy bien! Una cosa importante, no te me vengas abajo si la reacción del 'jefe' no es la que esperas. Si ves que hace algún gesto raro, no te preocupes y esta vez inténtalo poniendo encima de la mesa el ejemplo del Gobierno de Cantabria. «Si no es una subida del 30%, qué menos que del 20% como la de ellos». Aquí puede que te diga que a la presidenta y a los consejeros no les ha quedado otra que dar marcha atrás a esa subida que planificaron. Entonces reaccionas y utilizas el ejemplo de nuestros diputados. «Si no es del 30% ni del 20%, qué menos que un incremento del 16% como el de ellos». Y de ahí, ya no bajas. ¿Entendido? Pues nada, a ponerlo en práctica que no somos menos que nadie. Yo voy ahora mismo:«Buenos días 'dire', ya se habrá dado cuenta de que los precios...».