Traducción sin pinganillos

Vayamos ahora con el traductor a la política regional. «Iré cediendo poder a mis compañeros en el Parlamento». Lo que quiere decir el expresidente cántabro es que en su partido manda él y que cuando se canse, pues ya verá lo que hace con su sucesión, que mientras tanto se pongan a currar los herederos, que él tiene la agenda apretada. Otra suya, sobre el nuevo Gobierno cántabro: «No hay buenos síntomas, muchas vacaciones y proyectos prácticamente ninguno». Tienen también fácil traducción. Que una cosa es que haya facilitado la investidura de la presidenta y otra que se lo vaya a poner en bandeja en esta legislatura. Y ya que hablamos de gobernar, una de la jefa regional para acabar: «Quienes pasaron tanto tiempo sin hacer nada no pretendan que el Gobierno arregle esto en 100 días». Tampoco hace falta pinganillo aquí, la traducción es clara, lo que quiere decir la presidenta es que el embolado que tiene entre manos es muy grande y que a ver cómo lo soluciona sin mayoría.

¿Qué les decía? Solo hay que traducir las cosas para que nos entendamos.