La velada del año

Seguro que el popular streamer que organiza veladas pugilísticas con audiencias millonarias en redes sociales le hubiese dado otro toque al primer y único cara a cara de la campaña del 23J. Un empujón que habría disparado mucho más el 'share' televisivo. Ingredientes había para ... ello. Como protagonistas contábamos con dos contendientes dispuestos a partirse la cara: el actual campeón y el retador. Ambos llevaban semanas calentando el duelo como en las grandes noches del boxeo para que todos estuviéramos ahí pendientes, sin perder detalle, a ver quién se enfundaba finalmente el cinturón. Así que solo habría que haber pulido un poco la puesta en escena. Y qué menos que instalar un ring en el set de televisión. Mucho mejor que lo que había, dónde va a parar. Ya estoy visualizando a los dos gladiadores. Ahí, todo nerviosos ellos –similar a como estaban–, entrando con sus respectivas esquinas al plató, enfundados en sus batas con capucha y las siglas de sus partidos bordadas en oro en la espalda, y el 'Thunderstruck' de AC/DC de fondo musical para motivarse. Eso hubiese estado bien, sí. Y ya después, un buen speaker para hacer la presentación de rigor: «En el rincón de la izquierda, con calzón rojo, procedente de La Moncloa... ¡Pedrooo Sánchezzzz! Y en el rincón de la derecha, con calzón azul, recién llegado de la Xunta... ¡Núñezzzz Feijóooo! ». ¡Qué espectáculo! Y a darse encima del cuadrilátero los mismos mamporros –más o menos efectivos– que se dieron durante hora y media televisiva sentados frente a frente, moviendo las manos como si no hubiese un mañana aconsejados por la legión de colaboradores. Y un último apunte para que todo fuera perfecto: sin el tercer hombre encima del ring, nada de árbitros, nada de moderadores, porque para el caso que les hicieron... Ellos solitos. Esa sí que hubiese sido la velada del año.